A las 8.10 de la mañana del 27 de junio, ‘El Rafita’, uno de los asesinos de Sandra Palo, abandonó el centro de menores ‘El Renasco’ después de cuatro años de internamiento, para cumplir otros tres en régimen de libertad vigilada. La madre de la víctima lo esperaba en la puerta, pero no pudo ver cumplido su deseo de “verle la cara”.
‘El Rafita’ tenía 14 años cuando, en compañía de otros dos menores y otro joven mayor de edad, cometió el crimen. Sandra Palo, una adolescente que sufría una discapacidad psíquica, fue raptada, violada, atropellada repetidas veces y quemada viva por el ‘Rafita’ y otros tres jóvenes.
Tras cumplir cuatro años internado en un centro de rehabilitación de menores de la Comunidad de Madrid al ‘Rafita’ le fueron impuestos otros tres años de libertad vigilada. A los otros dos menores que mataron a la joven, conocidos como ‘El Ramoncín’ y ‘El Ramón’, les fueron impuestos ocho años de internamiento en un centro, mientras que ‘El Malaguita’, el único de los cuatro que en el momento del crimen era mayor de edad, fue condenado a 64 años de prisión.
A primeros de junio, cuando se aproximaba la fecha en la que ‘El Rafita’ saldría del centro, María del Mar Bermúdez, madre de Sandra Palo, comenzó a recoger firmas para pedir la reforma de la Ley del Menor y conseguir que los menores puedan ir a prisión al cumplir los 18 años. En el escrito aseguraba que, según los informes del centro, ‘El Rafita’ no estaba rehabilitado “ni preparado para vivir en sociedad”. Además, Bermúdez aseguró que llevaría su cruzada ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos de Estrasburgo.
En enero de 2005, la madre de Sandra Palo presentó ante los grupos parlamentarios Popular y Socialista del Congreso 1,1 millones de firmas a favor de modificar la Ley del Menor, pero a finales de 2007 ningún grupo había presentado todavía ningún proyecto de ley en este sentido. El vicepresidente segundo y consejero de Justicia y Administraciones Públicas, Alfredo Prada, recibió a Bermúdez el 14 de junio para escuchar sus argumentos.
El 18 de ese mismo mes, el abogado de la familia de Sandra Palo, José María Garzón, solicitó que al ‘Rafita’ se le impusiera un control policial “exhaustivo” y una orden de alejamiento. E Juzgado de Menores número 7 dictó las condiciones de la medida: ‘El rafita’ residiría en el domicilio que determinara el centro El Renasco, cumpliría los horarios de las actividades a realizar y las normas de convivencia que le exigiera el centro y no podría ausentarse de él sin la autorización del juez.
Finalmente, a primera hora del día 27 de junio, ‘El Rafita’ abandonó el centro de menores en un furgón policial, rumbo a algún destino fuera de la Comunidad de Madrid.María del Mar Bermúdez, la madre de Sandra Palo, dijo sentirse “engañada” por no llegar a tiempo para “verle la cara” al asesino de su hija. “Solo quería que los medios pusieran cara a este individuo”, se lamentó.
Sin embargo, en octubre, una cadena de televisión localizó al joven y emitió las imágenes. La Fiscalía de Menores pidió que no se difundieran, alegando que el ‘Rafita’ está cumpliendo la libertad vigilada por un crimen que cometió cuando era menor de edad. El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, señaló que la emisión de esas imágenes podría suponer un serio obstáculo para la reinserción social del joven.