Sorpresa. La que cascabeleó Sebastián Castella en su segundo enemigo, al que realizó una faena de alto calibre artístico, como en sus mejores tiempos, esos que tenía olvidados esta campaña y que fue los que ofreció en el que abrió función. El francés descerrojó con justicia la Puerta Grande del bello coso neomudéjar albacetense, en el que, frente aun encierro noblote de Montalvo, Garrido cortó una oreja y Perera. también en un mal año, pasó de puntillas.
A veces las figuras se enfadan cuando los nuevos que vienen apretando, pongamos que se habla/escribe de José Garrido, triunfan compartiendo cartel. Tal debió ocurrirle, por fortuna, a Sebastián Castella, abúlico y desganado frente al manso y noblote primero -con el que 'redondeó' la faena matándolo fatal-, en el que ambos, bicorne y coletudo, anduvieron a la defensiva. Pero tras la cruz, vino la cara en el boyancón y suavón que se lidió en cuarto lugar.
Ya con el percal, e francés salió decidido y se lució en verónicas y después en un quite en mezcolanza de chicuelinas y talaveranas. El animal era de embestida chochona y Castella, sobre la base del temple y la lligazón -casi toda la faena en un rodalico de terreno- y tras los alardes de los pases cambiados iniciales, desgranó series mandonas y artísticas por ambos pitones antes de tirarse a matar como un novillero hambriento y dejar un espadazo hasta las péndolas.
El premio de las dos orejas, que Castella no entregó al público y sí a un peón, para, en esta campaña aciaga, guardarlas, fue justo. No así el de vuelta al ruedo a un animal cambiado con un puyacito y de comportamiento obediente sin más, pero claro, en el palco estaba esa mal usía que es Don Natalio. Quien, por cierto, actuó a las órdenes de Miguel Ángel Perera... cuando el extremeño le pidió que cambiara el tercio de banderillas a su primero sólo con un rehilete en sus lomos, y Don Natalio, complaciente, así lo hizo sin rechistar.
El caso es que Perera anduvo vulgar en el tercio de muleta en una fanea que no fue 'oleada' ni musicada, que mejoró -lo tenía fácil- ante el otro, pero sin llegar a calar en el cotarro, lo que sí hizo con dos magníficos pares de garapuyos su subalterno Javier Ambel. Es menester apuntar que si Castella se lució en verónicas, habían sido mejores las de José Garrido al tercero, también muy colaborador. Todo apuntaba a faena grande, pero el coletudo brilló más en los inspirados adornos que en el toreo fundamental, no obstante se ganó una oreja. Otra buscaba en el que cerró festejo, incluso empezando de rodillas, pero el animal se rajó, fuese y no hubo nada.
FICHA
Toros de MONTALVO, de excelente presentación, nobles y manejables excepto el rajado 6º; el 4º premiado con la vuelta al ruedo. 1º de LOZANO HERMANOS, manso aunque también noble. SEBASTIÁN CASTELLA: pitos tras aviso; dos orejas. MIGUEL ÁNGEL PERERA: silencio; ovación. JOSÉ GARRIDO: oreja; palmas tras aviso. Plaza de Albacete, 10 de septiembre, 3ª de Feria. Casi lleno.