Los viajeros que los usaban se limitaban a personas acaudaladas, hombres de negocios, altos directivos de empresas, que volaban con cargo a sus Business Gold Cards, y algunos pocos afortunados más.
Desde hace unos años, los vuelos se han abaratado de tal manera que las ofertas abundan y la competencia por captar el mayor número de viajeros posibles es feroz.
No es necesario hacer uso de una de las peores aerolíneas del mundo para desplazarnos con rapidez o cumplir un sueño. Aunque el miedo sigue sin pagar sobre equipaje ni hay que facturarlo, el temor a que algo salga mal o la angustia ante un peligro real y latente puede ser nuestro peor compañero de viaje y hacernos olvidar el objetivo del mismo, e incluso llevarnos al arrepentimiento.
Deben ustedes ser conscientes que las ofertas conllevan la pérdida de algunos privilegios o regalías que antaño iban incluidas con el pasaje, tales como mayor espacio para las piernas y menos pasajeros, un zumo (no natural, pero refrescante) y, por qué no decirlo, sonrisas profesionales y permanentes por parte del personal de vuelo.
Hoy, donde lo importante es viajar rápido y seguro, estas prebendas no las echa nadie en falta. Pero si quieren dejar en tierra ese temeroso y malévolo compañero de viaje que es el miedo más allá de todo pequeño temor en algunas personas por un viaje; si quieren viajar seguros, cómodos y a buen precio, volar barato en definitiva, lo aconsejable es visitar Vuelos en Expedia.
Encontrarán los mejores precios a prácticamente todos los destinos. Conocen todas ofertas y las de última hora.
Lo mejor es dejar en manos de profesionales su vuelo barato y llevarse sólo el equipaje de siempre. El “otro bagaje”, el de los temores y los miedos, hay que dejarlos en tierra.