La salida del Reino Unido de la UE continúa marcando el ritmo en los mercados y es previsible que siga haciéndolo en los próximos días. En Europa, los dirigentes intentan buscar el lado positivo de la nueva situación, considerando que el abandono del Reino Unido podría ser una gran oportunidad para el que el resto del bloque europeo haga los cambios necesarios y salga reforzado. Pero antes, hay que definir la relación entre el Reino Unido y la UE. Ayer, la canciller alemana declaró que no quería presionar a Reino Unido para que demore o acelere su salida de la UE, pero también dejó claro que no habrá negociaciones informales sobre el "Brexit" hasta que Londres no solicite formalmente su salida. Es posible que la crisis política que se ha desatado en Reino Unido retrase la solicitud. Justo cuando los mercados necesitan la tranquilidad de un proceso de salida, no hay un liderazgo político, pero esperar hasta octubre mientras se define un sucesor del primer ministro Cameron, no es el escenario que contemplan en la UE. Como ayer declaraba un miembro alemán de la Comisión Europea, “cada día de incertidumbre impide que los inversores pongan sus fondos en Gran Bretaña y también en otros mercados europeos…Cameron y su partido causarán daño si esperan hasta octubre". Mientras tanto, la caída de las acciones de los bancos británicos parece no encontrar suelo. Barclays, Lloyds Banking Group y Royal Bank of Scotland, estaban entre los más castigados, con caídas del 18%, del 6% y del 15%.