Tras la Reserva Federal, ayer el turno de publicación de actas de reuniones de política monetaria era para el Banco Central Europeo. Las actas de su último encuentro de abril muestran que las autoridades del BCE acordaron la necesidad de defender al organismo ante las críticas por su política monetaria ultra laxa, particularmente por parte de Alemania y otras entidades. Bancos y ahorradores alemanes vienen quejándose de que los tipos de interés ultra bajos y la impresión de dinero del BCE están afectando sus ganancias. El ministro de Finanzas alemán incluso afirmó que la estrategia del BCE era responsable, en parte, del ascenso del partido de derecha Alternativa para Alemania. La confianza de los inversores en el BCE también ha estado disminuyendo. De hecho, las mediciones del mercado sobre expectativas de inflación para la zona euro permanecen cerca de los mínimos vistos en enero de 2015, cuando el banco central comenzó con su programa de compras de activos. Las actas muestran que los miembros del Consejo de Gobierno pusieron especial énfasis en la necesidad de reaccionar ante el escepticismo y reforzar la confianza en su programa para llevar la inflación hasta el objetivo oficial cercano al 2% en el medio plazo. "A la luz de las recientes críticas públicas (...) se consideró que era importante reafirmar colectivamente la independencia del BCE para cumplir con sus objetivos", se apunta. Desde entonces, autoridades del BCE, entre ellas su presidente y después el presidente del Bundesbank, han defendido las políticas del BCE en los medios alemanes