Aunque los datos que ayer se publicaban en Estados Unidos estuvieron dentro de lo esperado, la solidez de los mismos ha dado motivos para mejorar las perspectivas económicas para el segundo trimestre. Los precios al consumidor registraron en abril su mayor incremento en más de tres años por la subida de la gasolina y el alquiler, lo que apunta a un incremento sostenido de la inflación que podría dar argumentos a la Reserva Federal para elevar los tipos de interés este año. El Departamento del Trabajo publicó que su índice de precios al consumidor subió un 0,4% el mes pasado, el mayor avance desde febrero de 2013, tras aumentar un 0,1% en marzo, lo que sitúa el incremento interanual del IPC en el 1,1% frente a un 0,9% en marzo. En otro informe, el Departamento de Comercio dijo que los inicios de construcciones de casas subieron un 6,6%, mientras que los permisos de construcción avanzaron un 3,6% por ciento. Por último, un tercer informe de la Fed mostró que la producción industrial subió un 0,7% en abril tras dos meses de caídas. La producción manufacturera avanzó un 0,3%, revertiendo la caída de 0,3% de marzo. La combinación de precios más altos, incremento de las viviendas y de la producción industrial dan peso a las perspectivas de un repunte del PIB en el segundo trimestre y es muy probable que vayan a provocar discusiones sobre la necesidad de al menos un alza de tipos de la Fed este año. Los mercados casi han descartado una subida antes de septiembre, dada la debilidad del crecimiento a comienzos de año. Nuevos datos en la línea de los publicados ayer podrían cambiar esta apuesta.