Como era de esperar, la cautela con la que la presidenta de la Reserva Federal parece va a afrontar las subidas de tipos en EEUU marcó ayer la jornada en los mercados. A esta cautela habría que añadir la dosis de confusión que se está generando con las contradictorias declaraciones entre los miembros de la Fed, una nueva muestra de que la comunicación de los principales bancos centrales continúa fallando. Con declaraciones que más que orientar, desorientan, los datos económicos ayudan a perfilar algo más las expectativas. Hoy conoceremos el dato de IPC de la zona euro. Tendría que darse una sorpresa muy negativa en el dato para pensar en mayores recortes del tipo de depósito por parte del BCE. En su última reunión, la institución sacó más artillería de la que se esperaba- aquí también la comunicación falló- y su presidente declaraba que no preveía que fuese necesario bajar más los tipos. De todos modos, el dato preliminar que ayer se conocía de inflación en Alemania no hace prever que haya tal sorpresa. En marzo, Alemania volvió a registrar inflación, lo que sugiere que la política monetaria expansiva del BCE puede estar ayudando a impulsar los precios en la zona euro. No obstante, la confianza de los consumidores en la economía del área del euro ha bajado por tercer mes consecutivo. Mientras tanto, en EEUU, la cita será mañana con la publicación del informe del empleo en marzo.