La actividad política está tomándose un respiro. A la incertidumbre sobre el futuro del Gobierno, los inestables pactos poselectorales y la cita entre Sánchez e Iglesias que no termina de cerrarse se ha sumado la Semana Santa para terminar de 'congelar' la situación parlamentaria.
Tal y como puede apreciarse en la agenda del Congreso, sus señorías han hecho suyo el calendario escolar y se van de vacaciones toda la semana. Jueves y viernes santo los diputados descansan por ser días festivos y lunes, martes y miércoles laborables, porque sí. Ni siquiera se prevén sesiones plenarias hasta la semana del 5 de abril.
La única excepción fue la convocatoria de Izquierda Unida a la prensa este lunes en la Cámara Baja para explicar su postura sobre el acuerdo UE-Turquía en relación a los refugiados sirios.
Parece que la interinidad del Gobierno, la crisis de los refugiados, el paro, la corrupción y otros tantos problemas de España pueden esperar ¿o no? Quizás, eso sí, sus señorías aprovechen el parón ocioso para reflexionar acerca del último barómetro del CIS que señaló que un 76% de los españoles descalifica la situación política.