Como se esperaba, la Reserva Federal mantuvo ayer sin cambios el rango de sus préstamos a un día, entre 0,25 al 0,50%, pero indicó que un moderado crecimiento económico y "fuertes avances del empleo" le permitirán reanudar este año su política de endurecimiento monetario. El banco central, no obstante, destacó que Estados Unidos sigue enfrentándose a riesgos por la incertidumbre de la economía global. "Una serie de indicadores recientes, entre ellos fuertes avances del empleo, apuntan a un fortalecimiento adicional en el mercado laboral. La inflación se aceleró en meses recientes", apunta la Fed en su comunicado. "No obstante, los acontecimientos económicos globales y financieros siguen representando riesgos y mantendrán la inflación baja el resto del 2016". Las nuevas proyecciones muestran un crecimiento económico más débil y una menor inflación este año y rebajan la estimación sobre dónde se situará el tipo de interés a largo plazo, a 3,30% desde 3,50%. Este panorama representa un cambio desde las cuatro alzas de tipos previstas cuando la Fed subió su tipo en diciembre por primera vez en casi una década. Los funcionarios de la Fed ven una continua mejora en el mercado de trabajo, anticipando una caída de la tasa de desempleo al 4,7% para fin de año y después más bajas en 2017 y 2018. También rebajan sus previsiones de inflación para este año a 1,2% desde 1,6%, pero consideran que se recuperará para acercarse al objetivo de medio plazo del 2%, el próximo año.