Este oficialmente denominado por Hacienda como Plan de Control Tributario, del que tanto presume el director de la Agencia, Santiago Menéndez, es calificado por los técnicos de "poco ambicioso", además de que las investigaciones se centran en la clase media olvidando las grandes fortunas y las grandes mepresas entre otros lugares donde sería mucho más efectivo encontrar fraudes y sobre todo recaudar mayores cantidades. De ahí que estimen que va a dejar ese 81,6% sin persecución y, por tanto, sin ingresos para el fisco.
Incluso a los optimistas números presentados por Menéndez, esos más de 8.300 millones de aumento de recaudación por el fraude detectado, con un crecimiento del 7,5%, desde GETHSA se le pone sordina. Pues consideran que tales cifras son similares a las de 2012 y el problema, por tanto, es que bajaron enormemente en los dos años siguientes hasta este repunte correspondiente al pasado.
Porque incluso el aumento del que tanto presume la Agencia forma parte de una investigación desequilibrada, fijándose en los contribuyentes con menores ingresos, es decir, pequeñas empresas, autónomos y trabajadores y que representan el 56% de la deuda descubierta por la inspección, "en vez de perseguir el fraude sofisticado de multinacionales y corporaciones empresariales, a las que la inspección les ha descubierto el 44% de la deuda liquidada", cual estiman desde GESTHA.
También estos técnicos descubren que en las informaciones oficiales no se habla de la deuda media descubierta por cada inspección, que bajó un 22% sólo entre 2013 y 2014. Debido, fundamentalmente, a que los que ellos califican como investigaciones de "especial dificultad sobrevenida". Por último, inciden en que esas investigaciones sesgadas contra las rentas medianas y bajas se deben a un plan específico que se inició hace dos años y que se ahora ha prorrogado a 2016 con el pomposo nombre de Plan de Control Tributario.