Pedro Sánchez y Mariano Rajoy han intentado batir el récord de la reunión más breve y casi lo consiguen con la media hora escasa que les ha juntado en territorio neutral del Congreso. La antesala de un comedor, para ser exactos. Luego, curiosamente, ambos casi han dedicado la mitad de ese tiempo sólo para explicar a los medios de comunicación su conversación.
El líder del PSOE y candidato a la investidura como presidente del Gobierno ha acudido al encuentro con la “mano tendida” al PP para los grandes asuntos de Estado y un compromiso de lealtad en tres grandes temas: la unidad de España, es decir, Cataluña -de la que no han hablado más que de pasada-; la lucha antiterrorista, “sea contra ETA o contra el yihadismo”, ha puntualizado Sánchez; y la reforma de la Constitución, que no sacará adelante sin “el apoyo y el concurso” de los populares. A cambio, espera que estos actúen recíprocamente desde la oposición.
Según han relatado ambos, la formación del nuevo Gobierno es lo que menos tiempo les ha ocupado. Mariano Rajoy ha resumido su parte con que hace falta “un gobierno que pueda ser un gobierno”, es decir, que pueda mantener internamente posiciones comunes ante problemas complejos como nuestro papel en la UE.
Ese Gobierno estaría, por supuesto, presidido por el PP “por ser el más votado” y se apoyaría en C’s y PSOE. Sánchez, según Rajoy y según él mismo, ha ignorado la oferta y le ha respondido que el “cambio” que propugna incluye mandar a los populares a la oposición para “regenerarse” y “renovar el liderazgo”, o sea…
Preguntado Rajoy si estaría dispuesto a “facilitar” un Gobierno del PSOE con la abstención del PP, ha reconocido que Sánchez ni siquiera se lo ha planteado. “Nosotros trabajamos para que el PSOE facilite un Gobierno del PP”, ha concluido por si a alguien le quedaba alguna duda.
El meollo de la reunión ha correspondido a los asuntos europeos que no pueden esperar a que España renueve su Gobierno, especialmente el desafío del Reino Unido y sus condiciones para permanecer en la UE. El consenso no parece difícil y el propio Rajoy cree que José Manuel García Margallo podrá acudir con una “postura razonable” a Bruselas la próxima semana. El ministro incluso comparecerá en Comisión en el Congreso el próximo miércoles para informar a todas las fuerzas políticas antes de la Cumbre definitiva del viernes 19.
“Somos la socialdemocracia europea”
Sánchez ha aprovechado para insistir en que su Gobierno respetará los compromisos europeos de España, incluida la estabilidad presupuestaria, una réplica a la “campaña del miedo” de algunos ministros de Rajoy, al que exige que frene el mensaje de que “la salida del PP provocará muchos problemas…
Somos la socialdemocracia europea”, les ha recordado.
Europa ha sido realmente la verdadera razón del encuentro, tal y como ha explicado el aspirante a presidente del Gobierno. “Rajoy y yo hemos hablado muchas veces a lo largo de la legislatura y nos conocemos, pero hay cosas urgentes que teníamos que tratar”, en referencia a las próximas cumbres europeas.
En cuanto a las negociaciones del secretario general del PSOE en busca de socios de Gobierno, Pedro Sánchez ha prometido que “a final de mes” habrá conseguido un acuerdo para poder someterse al debate de investidura en la primera semana de marzo. Una fecha que debe fijar el presidente del Congreso, su compañero de partido Patxi López, muy presionado por el PP -y Podemos- para que lo haga ya y cuanto antes.
Por ahora, Pedro Sánchez está a la espera de la nueva propuesta que prepara Pablo Iglesias. “Si desde Podemos hacen una propuesta será para podernos entender. Hay muchísimas coincidencias y debemos sentarnos a hablar”, han sido sus escasas palabras sobre el estado de sus conversaciones. “Hay mimbres para el acuerdo” sigue siendo la consigna.
Rodeados de sus fieles
Para una reunión ‘minimalista’, basta un equipo igualmente reducido a su mínima expresión. Sólo los más fieles. Por parte del PP, la vicepresidenta
Soraya Sáenz de Santamaría, el jefe de Gabinete de Rajoy,
Javier Moragas y los dos hombres fuertes en el congreso, el portavoz,
Rafael Hernando, y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes,
José Luis Ayllón.
Por parte del PSOE, el número 2, César Luena, y el portavoz parlamentario y ‘jefe’ del equipo negociador, Antonio Hernando, que sólo se han dejado ver a última hora.
Ah, y de Rita Barberá, ni palabra. Como de la corrupción. Hoy no tocaba.