La Reserva Federal mantuvo ayer sin cambios los tipos de interés y dijo que estaba "monitorizando de cerca" los acontecimientos financieros y económicos mundiales, pero mantuvo su visión positiva sobre la economía de Estados Unidos. La decisión de la Fed fue la esperada por los mercados, después de que un mes de desplome de los valores estadounidenses y mundiales haya generado el temor a que una fuerte desaceleración global se refleje en el crecimiento económico de Estados Unidos. Los miembros del comité no han dado nuevos pronósticos sobre el ritmo que seguiría la política monetaria, pero dijeron que esperaban que el mercado laboral continúe fortaleciéndose y que la economía se expanda, incluso con "ajustes graduales en las medidas de política monetaria". No hubo, por lo tanto, sorpresas. Quizás el lenguaje del comunicadofue un poco más suave al empleado en la última reunión, por las palabras utilizadas al reconocer la debilidad en los mercados globales y cómo los efectos globales pueden pesar sobre la actividad económica. En realidad, del comunicado se desprende lo que los mercados han dejado muy claro las tres primeras semanas de este año: hay mucha incertidumbre, ya sea por la desaceleración en las perspectivas mundiales o por algunos indicios de desaceleración en Estados Unidos. Estos factores han determinado que en estos momentos el mercado apueste por uno o dos subidas este año, en lugar de las cuatro que los funcionarios de la Fed habían sugerido en sus proyecciones económicas de diciembre.