Este fin de semana en Davos la directora gerente del FMI se pronunciaba sobre uno de los factores que está determinando el comportamiento de los mercados: China y su moneda. La responsable del FMI considera que los mercados financieros necesitan más claridad sobre cómo las autoridades chinas están manejando su moneda, en particular la relación del yuan con el dólar. Lo cierto es que aunque las autoridades chinas están tratando de asegurar a los líderes mundiales que no tienen intención de devaluar su moneda para ganar más competitividad, sus palabras no consiguen persuadir a los mercados de que el yuan continuará depreciándose. Mientras tanto, en el mismo foro, el gobernador del Banco de Japón señalaba que examinará varios factores, incluyendo el efecto de las turbulencias en los mercados globales sobre las expectativas de inflación del país, para decidir si es necesario un alivio monetario adicional. "La tendencia de los precios subyacentes de Japón no se está deteriorando. Pero algunos indicadores sobre expectativas de inflación han sido algo débiles… No dudaremos en ajustar la política, incluyendo la política de alivio cuantitativo, si es necesario para lograr nuestro objetivo del 2%", afirmó. Sin embargo, no realizó comentarios sobre si el BOJ flexibilizará la política monetaria en su reunión de esta semana. En los mercados las expectativas apuntan a que el BOJ podría ampliar su estímulo, debido a que el efecto del desplome de los precios del petróleo posiblemente obligará al organismo a recortar sus proyecciones de inflación.