Probablemente, el flamante nuevo presidente del Congreso no necesite alargar el plazo de constitución de grupos parlamentarios hasta el viernes como tenía previsto. Todo un alivio porque es un paso fundamental en la vida parlamentaria para que la Legislatura eche a andar de verdad y nadie quiere retrasos. En teoría debería ser el próximo lunes, 25, con la vista puesta en una inminente sesión de investidura.
La Mesa deberá analizar también el ‘supergrupo’ de Podemos con sus tres agrupaciones, un problema no menos complejo en el que habrá que aclarar su funcionamiento interno, los tiempos de que dispondrá cada uno de sus portavoces, etcétera. En principio, tanto los diputados gallegos como catalanes, como los valencianos que sí se integran, tienen libertad de voto.
En esta cuestión tampoco se esperan grandes dificultades para Podemos, cuya propuesta es impecable reglamentariamente, al que se supone que el PSOE echará ‘un cable’ en compensación por su renuncia a los cuatro grupos parlamentarios. En el Senado, donde también se decide hoy, los socialistas ya han anunciado que no se opondrán a que la formación morada se constituya en dos grupos, uno del partido como tal y otro de sus socios ‘periféricos’.
Por lo que respecta al 'minigrupo' de Compromís, su portavoz, Joan Baldoví, ha admitido que se trata de una iniciativa simbólica, conscientes de que ni siquiera disponen de los cinco diputados necesarios como mínimo para poder formar grupo parlamentario. Su destino es dar marcha atrás y volver a la 'casa madre' o integrarse en el Grupo Mixto.
Como ejemplo de la enloquecida tarde parlamentaria, el PP ha apurado el plazo previsto para registrarse como grupo parlamentario en el Congreso, que culminaba a las 20.00 horas. El secretario general de los 'populares', José Antonio Bermúdez de Castro, ha acudido al Registro de la Cámara apenas veinte minutos antes de su cierre. E PSOE fue más previsor.