LA MATERIALIZACIÓN DE UNA IDEA
Después de 30 años reconociendo pacientes en la Clínica Medimar, el médico especialista en otorrinolaringología, Federico Mangada, llegó a la conclusión de que hasta ese momento ningún dispositivo mecánico combatía de manera eficaz el problema. Estos aparatos no siempre eran bien tolerados por los usuarios ya que muchos de ellos estaban fabricados con hierros, tornillos y gomas y terminaban por generar al usuario sensación de claustrofobia, además resultar excesivamente caros.
Ante esta certeza el Doctor Mangada junto con Dental Aspe, dirigida por los Protésicos Dentales Antonio Soria y Miguel Navarro, formaron equipo para abordar este problema. La mejor opción era diseñar un aparato que sujetara la lengua durante el sueño.
Tras años de pruebas y experimentación con pacientes el resultado fue un dispositivo de mantenimiento lingual, denominado Roncofer, que consistía en una férula que integraba un arco para sujetar la lengua en el centro de la boca no provocando sensación de angustia.
Calidad de los materiales y personalización de la férula
La férula está fabricada en un material plástico de uso médico, el policarbonato, muy ligero, tan sólo 2 gramos. En este caso, está desarrollado por el Instituto Tecnológico del Plástico AIMPLAS.
Gracias a este material se puede personalizar la férula con un proceso muy simple que consiste en introducir la placa en agua caliente para permitir que se ablande y después fijarla a la mandíbula superior y mantenerla ahí unos minutos esperando a que se amolde a la forma de la arcada superior. Este sistema es totalmente fisiológico ya que no produce efectos secundarios a diferencia de otros dispositivos que terminan por producir tensiones en los músculos de la cara, boca o incomodidad mandibular, pues no tracciona o succiona ningún órgano.
Efectividad y tolerancia
El funcionamiento es altamente recomendable ya que logra eliminar el problema de los ronquidos con una eficacia de más del 90%. A diferencia de otras férulas, el innovador dispositivo, además de ser de fácil manejo, ofrece una tolerancia superior al 95%.
Tras la personalización se puede comenzar a utilizar desde la primera noche. Además, el periodo de adaptación es muy corto, de dos a tres días, ya que apenas tiene efectos secundarios y no molestos.
Mantenimiento y precio
Su mantenimiento es muy sencillo se puede lavar con agua y jabón, aunque se recomienda la utilización de pastillas Sporisan Fresh para la limpieza del aparato. En ambos casos hay que guardarlo después en el estuche.
En cuanto a su precio es muy asequible. Las férulas dentales deben adaptarse bien a la boca del roncador para que surta efecto. En este sentido, si no vamos a elegir la opción de contratar los servicios de un dentista u ortodoncista, para que nos fabrique una membrana de descarga con un molde personal, una opción bastante cara, mejor alternativa es optar por una férula moldeable de muy buena calidad, como Roncofer.
Roncofer es la materialización de un objetivo: el cómo dejar de roncar de una manera definitiva y económica.
El resto de información y los detalles del producto se pueden ver en http://www.tiendaroncofer.com/aparatos-para-dejar-de-roncar/