Este último mes del año iba a estar marcado por las reuniones del BCE y de la Reserva Federal. Sin embargo, poco a poco, sin pausa, el petróleo ha ido ganando su protagonismo en los mercados y hoy, cuando comienza el primer día de reunión de la Fed, está compartiendo cartel protagonista. El impacto en las previsiones de inflación de la sostenida caída de los precios del crudo ha sido motivo de preocupación, tanto para los bancos centrales a punto de endurecer su política, como la Reserva Federal, como para los que siguen incrementando el estímulo monetario, como el BCE. La gran caída en el precio del petróleo ocurrió en el último semestre del año pasado, pero las esperanzas de un rebote este año se fueron diluyendo ante un exceso de oferta y la desaceleración de la demanda en China y otras economías emergentes. En 2016 la caída en el precio del petróleo podría seguir siendo uno de los mayores riesgos, y la Fed deberá decidir entre hoy y mañana como realizar el cambio en su política monetaria. En los últimos días, los temores a la volatilidad derivada por la caída del precio del crudo y las turbulencias en el mercado de crédito, han vuelto a los mercados más cautos, un escenario que ha provocado la caída del dólar en las últimas jornadas. Es impensable que la Fed de ahora marcha atrás en la primera subida de tipos desde 2006, pero el desplome del precio del petróleo añade dudas sobre la decisión y sobre todo cuándo se producirá el siguiente incremento. Pocas veces, la Fed deberá cuidar mucho el “lenguaje”, tanto del comunicado como en la rueda de prensa posterior a la reunión que mañana finaliza.