Las ventas de coches a particulares, las que atienden directamente los concesionarios, se estaban ralentizando por la incertidumbre que existía respecto a si los compradores iban a poder o no acogerse al PIVE 8 en las entregas que se realizaran a partir del 31 de diciembre, fecha en el que el Plan finaliza, tal y como recogen sus bases, aunque no se hubieran agotado sus fondos.
El sector estaba esperando un posicionamiento del Ministerio de Industria para resolver un problema que nunca se había producido, ya que en ninguna otra edición del PIVE se había planteado el que no se agotara la dotación presupuestaria. El sector calcula que el remanente será de unos 100 millones de euros, con lo que se tendría que llegar al mes de marzo del año que viene.