El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha clausurado el Congreso del Partido Popular Europeo (PPE) poniendo el 'broche final' a las intervenciones de la canciller alemana, Angela Merkel y el ex presidente galo, Nicolas Sarkozy. Rajoy ha repetido su habitual discurso ante sus 'colegas' europeos, ha defendido la estabilidad que garantiza el Partido Popular, que no es "ni un refresco de moda ni una fiebre de un día", y que se ve "amenazada" por populismos y secesionismos.
"Surgen por doquier todo tipo de partidos que lo arreglan todo en media hora que no han gobernado nunca y cuando lo hacen ya tenemos alguna experiencia en Europa. Los populares europeos no somos un refresco de moda, ni fiebre de un día ni una vieja idea fracasada que se disfraza de novedad", ha repetido.
Rajoy ha repasado los logros de su partido durante esta "díficil" legislartura, ha vuelto a culpar al PSOE de la situación que dejó en España en 2011 y ha arremetido contra los nuevos partidos, es decir, contra Ciudadanos y Podemos.
El presidente ha apelado a la estabilidad política y económica que se consigue cuando gobierna su partido y la ha contrapuesto a las políticas socialistas, que "se expresan en números rojos" o a los nuevos partidos que "surgen por doquier", que "lo arreglan todo en media hora", que "salen al mercado a ver lo que encuentran".