Aunque el dato estrella de la semana es el desempleo de EEUU que se publica mañana, a lo largo de estos días hemos ido conociendo diferentes indicadores tanto de EEUU como de la zona euro. Ayer se publicó el IPC de la zona euro correspondiente al mes de septiembre, que reflejó una caída hasta el -0,1% desde el +0,1% registrado en agosto, y que a su vez supone el nivel más bajo desde el mes de marzo. El descenso de los precios en septiembre se debe especialmente al comportamiento de los precios energéticos que bajaron un 8,9% en septiembre tras una caída del 7,2% en agosto. La inflación subyacente, que excluye energía y alimentos frescos, se mantuvo estable por tercer mes consecutivo en el 0,9%. Si se excluye únicamente la energía, la inflación hubiese sido del 1%. El BCE tiene como objetivo que la inflación general se mantenga cercana aunque por debajo del 2% a medio plazo, y con este fin comenzó en el mes de marzo a comprar activos, incluidos bonos, para inyectar más dinero a la economía. Pero el programa de alivio cuantitativo ha tenido hasta el momento un éxito limitado debido al fuerte descenso de los precios de las materias primas, que se han visto acentuado por las expectativas de un menor crecimiento económico en China. El presidente del BCE señaló la semana pasada que la entidad está lista para actuar y que cuenta con amplia flexibilidad en cuanto a la escala, la composición y duración de las compras de activos.