El “No” de Grecia provocaba ayer pérdidas pero no pánico en las bolsas europeas. El euro caía, pero lejos de los niveles mínimos alcanzados tras conocerse el resultado del referéndum griego. En general, se podría decir que los mercados estaban preparados. Como también lo estaba el ministro de Finanzas de Grecia que ayer anunciaba su dimisión. Responsables en Bruselas y Berlín declaraban que las conversaciones serán más fáciles sin Yanis Varoufakis. Ahora su interlocutor será Euclides Tsakalotos. El nuevo ministro, profersor de temperamento apacible, ya ha sido un negociador clave en los diálogos entre el Gobierno griego y sus acreedores, pero es poco probable que tenga una postura más suave que su predecesor en las negociaciones con los acreedores. Como creador del pensamiento económico del partido Syriza, se espera que Tsakalotos redoble los esfuerzos para llevar a la mesa uno de los temas más espinosos en los cinco meses de negociaciones entre Grecia y sus acreedores: la reestructuración de la deuda. Mientras tanto, los líderes de Francia y Alemania dijeron el lunes al Gobierno griego que la puerta para negociar con sus acreedores sigue abierta, pero le instaron a presentar con rapidez propuestas creíbles para alcanzar un acuerdo y evitar así una salida de Atenas de la zona euro. Por su parte, el BCE mantuvo ayer sin cambios su asistencia de liquidez de emergencia a los bancos griegos.