viernes 29 de mayo de 2015, 09:29h
Se veía venir. Ha
sido cruzar el Rubicón del 24M y todos los que hace tan solo un mes se
mostraban cautos y fieles a sus ideales se han ido retratando. Aquí el que no
corre, vuela y hasta el más tonto hace relojes. El PP busca apoyos en la nada,
en ese vacío en el que se ha quedado la derecha española comodona y autocrítica
con Mariano Rajoy que ha preferido quedarse en casa y dejar
que socialistas, Podemos y Ciudadanos se repartan el poder que dejan vacante
los suyos. Ese vacío de poder va a ser inmediatamente ocupado por una especie
de frentepopulismo que nos recuerda pasadas trágicas épocas que muchos no
queremos ni recordar. Hay un dicho que afirma que el pueblo que no recuerda su
historia está condenado a repetirla. Y quí, donde muchos se han empeñado en
recordarnos sólo una parte de esa historia todavía cercana con los cuentos de
la memoria histórica, vamos camino de emprender un regreso al futuro que nos
recuerda mucho a los radicalismos de hace casi un siglo que nos condujeron a un
desastre sin precedentes.
Pero vayamos por partes. El PSOE, cuyo
líder. Pedro Sánchez, metía en el mismo saco hace tan sólo un mes a
Podemos, al PP y a Bildu, como los demonios con los que jamas pactaría, se
muestra ahora dispuesto a pactar con quien sea y le tiende la alfombra roja
a Pablo Iglesias y a Albert Rivera a ver si
pesca en uno de los dos caladeros donde están los bancos de apoyos necesarios
para gobernar. Hay quien habla ya de un nuevo Frente Popular que una a PSOE,
IU, Podemos y afines para desalojar de todos los ayuntamientos en los que ha
obtenido mayoría relativa al PP. Están en su derecho, por supuesto, pero me da
a mí que esta entente cordiale pùede ser una jaula de grillos cuando unos y
otros comiencen a manejar los presupuestos y a poner sobre las mesas las
distintas prioridades. Ya veremos si nos nos encontramos dentro de poco en
España con una situación bastante similar a la griega.
La líder de Podemos en Andalucía, Teresa
Rodríguez, ha elegido un simil halloweeniano para definir la postura de su
partido. Afirma que, entre susto (PSOE) y muerte (PP) ellos siempre eligirán
susto. Vamos que, pese a que siga criticando la corrupción socialista, prefiere
apoyarlos para que sus alcaldes dirijan los ayuntamientos y diputaciones
andaluzas. Lo siguiente, ya lo verán, es la abstención en la investidura
de Susana Díaz. Esto de que la muchacha de Podemos elija el
Halloween yanki para poner sus ejemplos choca de plano con sus ideas. Más le
hubiese valido que acudiese a cualquier copla del Carnaval, aunque fuese la de
los duros antiguos, para aludir a sus pactos.
¿Y dónde esta la supuesta CEDA que pueda hacerle
sombra a ese frente popular de izquierdas? Simplemente no existe porque el PP
se ha encargado, el solito, de ir anulando a todo aquel partido que podía
hacerle sombra. En todo caso queda Ciudadanos como última posibilidad de
arreglo, como mal menor que puede salvar a algunas listas más votadas. Pero,
claro, Rivera puede ser lo que quieran, pero no es tonto. Y colocarse en estos
momentos al lado del PP aunque sea permitiendo que gobierne con la abstención
de Ciudadanos, podría suponerle un costo excesivo ante las elecciones generales
de fin de año, que es lo que de verdad persiguen.
Así las cosas, parece que en el plazo de quince
días como máximo, Susana Díaz, podrá ser investida por fin como
presidenta de la Junta con la abstención, tal y como muchos preveíamos, de
Podemos y Ciudadanos. Incluso cabría la posibilidad de que Ciudadanos votara en
contra si, tal y como discurren los acuerdos postelectorales, IULV-CA también
se abstiene. Así, unos y otros salvarían su imagen pese a que la condición sine
que non que habían impuesto siga sin cumplirse y tanto Chaves como Griñan
continuen en el Congreso y en el Senado, respectivamente. O, rizando el rizo,
sería hasta posible que Podemos se abstuviera, PP, IULV-CA y Ciudadanos votarán
en contra. Se produciría un empate a 47 votos a favor y 47 en contra. Sólo bastaría
que precisamente, ese día, se pusiera malito uno de los 9 diputados de
Ciudadanos y no acudiera a la votación. Y aquí paz y después gloria.
Y mientras tanto, sin preocuparse lo más mínimo
sobre quien nos va a gobernar en el plazo de unas semanas, media Sevilla se
echa a la calle para celebrar el triunfo en la Europa Ligue del club de
Nervión, y la otra media para ver entrar las carretas del Rocío. Eso parece ser
lo que de verdad le importa a la gente. Es lo que hay.