Desde
hace más de siete años, Manuel López Pérez es el Rector de la Universidad de
Zaragoza, y, desde 2013, preside también la Conferencia de Rectores
Universitarios de España (CRUE). La de Zaragoza es una universidad que combina una tradición de casi cinco siglos de historia con la
actualización permanente de sus enseñanzas. Se trata de la octava universidad
española por producción científica y académica, según el prestigioso Academic
Ranking of World Universities elaborado por la Universidad Jiao Tong, de
Shanghai.
Manuel López, su rector, estudió Farmacia en la Universidad Complutense
de Madrid, donde se licenció (1969) y doctoró (1972). Su biografía profesional
ha estado siempre ligada a la Universidad en diversas facetas docentes e
investigadoras, que culminaron con la obtención
de la plaza como Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la
Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza (1982 hasta la
actualidad).
La Universidad de Bristol
(Reino Unido) le acogió para desarrollar su trabajo postdoctoral y,
posteriormente, realizó estancias de investigación en las universidades de
Groningen (Países Bajos) y Lund (Suecia).
Su línea de investigación ha
mantenido como constante el estudio de la biogénesis mitocondrial, estudio que
inició en la tesis doctoral y que continuó después con la experimentación en
animales y humanos. Actualmente, su trabajo se centra en el estudio de la
diversidad genética mitocondrial humana y sus implicaciones fisiológicas y
patológicas. Su trabajo de investigación realizado se recoge en 140 artículos publicados
(la mayoría en revistas de difusión internacional) y ha participado también en
25 proyectos de investigación financiados por diversas entidades
J.M.V.- ¿Le
parece a Vd. que el sistema educativo español ha creado un campus universitario
hipertrofiado?, ¿no hemos pasado de una universidad selectiva a otra
extremadamente permisiva?
M.L.P.-No creo que la universidad española esté hipertrofiada aunque la reciente
creación de numerosas universidades privadas podría producir este efecto.
Ninguno de los parámetros del Sistema Universitario Español en comparación con
la OCDE o la Unión Europea apunta a que esté sobredimensionada ni en número de
estudiantes, ni en número de universidades, ni en su financiación, ni en la
cualificación universitaria de su población. Todos estos datos están fluctuando
en la zona media de estas organizaciones internacionales. Solo las ayudas al
estudio son claramente inferiores (por debajo de la mitad de los indicadores
medios).
¿Hay demasiadas
titulaciones entonces?
Creo que no existen tampoco demasiadas titulaciones.
Lo que sí existe es una mala coordinación entre los 17 sistemas universitarios
que existen en España. El sistema universitario español está transferido a las Comunidades
Autónomas y existe un déficit de coordinación nacional a este respecto. Debería
existir más diversidad de titulaciones y menos repeticiones.
Los rankings
internacionales sobre las mejores
universidades no incluyen ninguna española. En un país con tradición
secular universitaria, como el nuestro,
¿a qué cree que obedece?
La afirmación no es del todo correcta y necesita
muchas matizaciones. Existen universidades españolas en todos los rankings
internacionales. 25 de ellas entre las cien primeras en diferentes rankings en
materias de conocimiento específicas. La cuestión negativa es que no hay
ninguna universidad entre las cien primeras en el ranking más conocido que es
el de Shanghai. Pero hay una entre las 200 y 10 entre las 500 primeras.
En el mundo existen veinte mil
universidades, pero casi la totalidad de las universidades públicas
españolas y una privada de las 32 existentes se encuentran entre las mil
primeras, es decir, en el 5% de mayor calidad del total de las universidades
globales. En consecuencia, el Sistema Universitario Español en su conjunto está
en el 5% mejor de la universidad global.
La irrupción
casi invasiva de universidades privadas en los últimos años en nuestro país, ¿beneficia,
perjudica o, sencillamente, no afecta en modo alguno, a este panorama del sistema?
Sí que le puede afectar. De nuevo, no existe una
política nacional de creación de universidades, sino 17 políticas autónomas. Si se prolifera la creación de nuevas universidades al ritmo
de la última década, se producirá un deterioro de la calidad del sistema.
¿El nivel del
profesorado universitario es el óptimo para intentar cambiar la situación?,
¿cree, en todo caso, que es peor en la
enseñanza privada que en la pública?
El nivel de la formación del profesorado universitario
es muy bueno pero es intrínseco al concepto de universidad promover su mejora
continua. Esta mejora afecta a su actividad docente e investigadora y tiene que
ser continuada y tender en todos los casos a la excelencia. En la universidad
pública y privada hay profesores excelentes pero es necesario profundizar en la
evaluación de ambos y particularmente en los de la privada que carecen de una
carrera académica formal con evaluaciones sistemáticas como sucede en la
pública.
¿En España, las
universidades forman para las necesidades del mercado de trabajo e
investigación, o los currículos apuntan más a dar un contenido generalista nada
práctico?
Esta cuestión no puede tener una respuesta única
porque depende de las grandes ramas del conocimiento. Hay formaciones
eminentemente prácticas y otras que tienen un contenido mayor de conocimiento
teórico. No es lo mismo Derecho, Dirección de Empresas, Filosofía, Ingeniería
Industrial o Medicina. Sin embargo, la respuesta general es que los titulados
españoles son muy bien valorados por la sociedad española, la europea y
globalmente.
Se tiene la
percepción casi generalizada de que los máster universitarios son muy costosos
y, además, que no cubren tampoco ese ámbito de falta de orientación al mercado.
De ser así, ¿qué función cumplen?
De nuevo la respuesta no es única. Los másteres de las
universidades privadas son en general muy costosos, algunos muy bien recibidos
y otros no. En el caso de las universidades públicas existen másteres
habilitantes que responden en su mayor parte a las demandas y necesidades del
mercado laboral, otros no habilitantes son muy bien percibidos y en otros casos
no. Además, el mercado laboral español sufre fuertes distorsiones bien
conocidas desde 2008. En cualquier caso, sí que entiendo que los másteres
oficiales, de las universidades públicas, regidos por normas estatales y
aprobados por las Comunidades Autónomas, son como media de precios excesivos.
La profusión de
becas de postgrado, en muchas ocasiones
muy mal pagadas, cuando no directamente no remuneradas, ¿en qué medida
colaboran en este despropósito general?
Si se refiere a las becas para la realización de tesis
doctorales, estoy de acuerdo que deben aumentarse en su número y ser de una
cuantía razonable. Estas becas son fundamentales para la formación de
investigadores y la realización de una investigación de calidad. Constituyen el
pilar de la investigación científica y de la formación altamente especializada
para el sector productivo más innovador.
El estudio 'Universidad, universitarios y productividad en España',
realizado por la Fundación BBVA y el IVIE hace un par de años, señalaba ciertas carencias del sistema al tiempo
que ponía sobre la mesa algunas
propuestas de actuación que me gustaría que comentase brevemente: más
autonomía, responsabilidad y mejor gobierno de las universidades; especialización y estratificación de las
instituciones; internacionalización,ETC...
Estoy de acuerdo con todos los objetivos planteados y
me gustaría añadir que para su éxito necesitan de un fuerte diálogo,
colaboración y consenso entre la administración general del Estado y su
gobierno, las comunidades autónomas y las universidades. En España existe un
déficit de política estratégica universitaria del Estado y las Comunidades
Autónomas en su conjunto, y sin embargo, una política de este tipo es
fundamento ineludible para el desarrollo de una economía productiva y
competitiva.
Vd. fue elegido
en 2012 Presidente de la CRUE (Conferencia de Rectores de Universidades Españolas).
Mejorar la imagen de las universidades españolas, aumentar el nivel de
interacción con los medios de comunicación y optimizar el diálogo con la
Administración Pública, eran sus objetivos para el mandato actual. ¿Ha habido avances en cada uno de
ellos en estos casi tres años?, ¿queda
aún mucho por hacer?
Ha habido avances en todos estos objetivos pero el
propio Estado, a través de su gobierno y a través de los gobiernos de las Comunidades
Autónomas, debe ser quien lidere un mensaje positivo por la imagen y la calidad
de la universidad española.