El tono de marrón adecuado
miércoles 20 de mayo de 2015, 12:47h
Nacer en democracia no te hace demócrata ni en la Transición todos fueron luchadores por la libertad, pero llama la atención el empeño desde las dos orillas, Ciudadanos y Podemos, en denostar la Transición, sus principios y valores, el aprecio por la libertad, el diálogo y el consenso. A Albert Rivera, que descarnadamente propone excluir de la política nada menos que a todos los nacidos antes de 1978 hay que recordarle que lo nuevo con el simple paso del tiempo se hace viejo y que la juventud es sólo un estado transitorio de la vida, el 79% de los dirigentes de Ciudadanos nacieron antes del 78 ¿está proponiendo una purga estalinista? por otra parte el 95% de los profesores de la Universidad Complutense nacieron antes de 1978 pero Podemos está sólo preocupado por los " trabajos tradicionales de las mujeres".
Parece que ahora se avecina además de la discriminación de género la discriminación por edad, imponiéndose en la vida cotidiana, en los medios, en la política sin que parezca que nos demos cuenta, mediante prácticas más o menos legitimadas socialmente y llama la atención que esto suceda cuando precisamente los mayores son quienes hacen los grandes esfuerzos en esta crisis: retraso en la edad de jubilación, copago de medicamentos, sufren los recortes en prestaciones sociales...lo más sangrante es que todo se presenta con el envoltorio de la regeneración política y de la necesidad o coartada de hacer " reformas " ya sea en el mercado laboral o en el Sistema de Protección Social que hemos construido los españoles bajo el paraguas de la Constitución. No es de extrañar que añoremos la España de Zapatero en la que la igualdad y la justicia social, con crisis y sin crisis, era más que una aspiración nuestra seña de identidad: la España respetuosa de las libertades públicas, de la no discriminación, la de la solidaridad intergeneracional, sin duda un país más justo pero también más amable.
La foto de Susana Díaz en 'La Razón' sobre cómo se viste indigna por lo que tiene de trato discriminatorio, supone ocultar tras una anécdota machista a una líder que ganó con rotundidad las elecciones en Andalucía, pero algunos prefieren hablar de pantys para con esta cortina de humo dejar hacer a los perdedores, esa coalición del caos formada por PP, Podemos, IU y Ciudadanos: Parece que se culpa a Susana Díaz de ganar las elecciones mientras no se recrimina a la oposición que bloquea la gobernabilidad en Andalucía.
El tono de marrón adecuado es el capítulo 23 de la serie de culto danesa Borgen y viene a propósito del "No todo vale": El pasado 12 de mayo se pudo leer en el diario 'El Mundo' ¿Se acostaría con la Julia Roberts de Leganés? para referirse a una candidata del PP, es vergonzoso e injustificable, no es más que machismo que podría ocultar el viejísimo juego sucio contra la candidata, en cualquier caso ¿Dónde ponemos el límite? Borgen no sólo reivindica la política, sobre todo pone el acento en el aprecio de la honestidad y en el altísimo precio que a veces tienen que pagar quienes se dedican a la noble tarea de la política y especialmente las mujeres obligadas día a día a derribar tópicos de género y a enfrentarse a crueles estereotipos.
Los insultos graves y deleznables en las redes sociales a la vicepresidenta Sáenz de Santamaría o a la Presidenta de la Junta de Andalucía son insoportables, pero por qué agrandar la ofensa haciéndose eco la "prensa seria" de formas de micromachismo que en política sólo evidencian una forma de resistirse a la pérdida del poder o un modo de afianzar el poder unas veces de modo imperceptible y otras de manera más agresiva y grotesca pero igual de peligrosa para una sociedad moderna y avanzada. Son formas de micromachismo que al disfrazarse de "caso político" o "electoral" se admiten, cuando de otra forma serían inaceptables para una sociedad hoy nada tolerante ante la discriminación de género aunque poco concienciada ante la discriminación por edad, precisamente cuando más necesaria es la solidaridad intergeneracional y la corresponsabilidad en la familia.
Sin duda son mucho más interesantes portadas como en 'La Razón' "Científicas españolas acaban con la inmortalidad del cáncer" o el eco en 'El Mundo' de la sugerente propuesta de Esther Duflo, Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, para luchar contra la pobreza.La elección del alcalde de Madrid, capital de España, es de interés relevante para todos los españoles y lo que sus candidatos proponen merece algún comentario, Esperanza Aguirre promete Wifi gratis en todas partes y se opone a la renta básica para erradicar la pobreza. Uno de cada cinco mayores de 65 años vive solo y únicamente el 8% tiene la ayuda de dependencia, Antonio Miguel Carmona sostiene "este alcalde y el nuevo Ayuntamiento de Madrid estará detrás de ellos y cuidará de ellos" porque no es incompatible con el WIFI.
El 56% de las
personas mayores en Madrid destina la mayor parte de su pensión a ayudar a sus
hijos en paro o a atender las necesidades de sus nietos. La Ley de Dependencia
introdujo la figura del cuidador familiar, al que el Estado paga una prestación
económica y el alta en la Seguridad Social, entre los recortes más crueles llevados a cabo por el PP, por cierto la mano ejecutora de esos recortes fue
Moreno Bonilla antes número 2 de Ana Mato y ahora en la oposición en Andalucía,
está el haber reducido esta prestación hasta cantidades ínfimas y haber
suprimido el alta en la Seguridad Social, lo que supone no sólo un retroceso
social y una precarización laboral insoportable
sino el menosprecio al trabajo, dedicación y esfuerzo de los 367.261
cuidadores que hoy están en el Sistema de Atención a la Dependencia, la inmensa mayoría son mujeres mayores, de los que 12751 pagan
su propia seguridad social porque Mariano Rajoy, del que desconfían todos, opina que atender a las personas mayores y a
las personas con discapacidad " no es sostenible", lo que no deja de ser un escarnio en medio de los escándalos de
corrupción y despilfarro de los gobiernos del PP. La Ley de Dependencia, que ha
situado a España entre los países más avanzados en protección social, ha
beneficiado a millones de ciudadanos: personas mayores y personas con
discapacidad y sus familias, pero ésta es "herencia recibida" de la que el PP
prefiere no hablar.
Rajoy, después de afirmar que "las mujeres cobran menos pensión porque prefieren cuidar a sus hijos y no trabajar" no rectifica en su camino hacia la ruina de la clase media, pero con lo que muchos ciudadanos que le votaron no contaban es con la subida de impuestos, el autoritarismo banal y la traición de su gobierno a los valores familiares, dice Benjamín Prado "los errores deben llevar código de barras para que sepamos lo que pagamos por ellos" es una reflexión a recordar el próximo 24 de mayo como si fuera Dinamarca.
*Amparo Valcarce ha sido Secretaria de Estado de Política Social y Delegada del Gobierno en Madrid