Sánchez arremete contra Rajoy por decir que "nadie se acuerda del paro en España"
martes 19 de mayo de 2015, 21:19h
Ésta se está convirtiendo en la campaña de las declaraciones
surrealistas, las propuestas estrambóticas y los malos entendidos.
El caso es que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha entendido que
el presidente del PP, Mariano Rajoy, se jacta de que "ya nadie
se acuerda del paro en España". Lo haya entendido bien o mal, a
Sánchez le ha servido esta declaración para arrancar su esperada
intervención en el mitin central de campaña en Barcelona donde ha
arropado al candidato por la capital catalana, Jaume Collboni.
Sánchez ha aprovechado para arremeter contra Rajoy, contra su
política económica, contra su reforma laboral y contra su propuesta
tributaria. Ha hecho un repaso por los recortes, por el desempleo que
afecta al 25% de la población activa, por lo reducido de las
pensiones y, en definitiva, por las consecuencias que esos
planteamientos están provocando "en las clases medias y
trabajadoras de este país".
Se diría que Sánchez y Rajoy son tan antagónicos que no
coinciden en nada. Pero sí coinciden: en sus críticas a los
partidos de nuevo cuño, Podemos y Ciudadanos. Y lo hacen casi con
las mismas palabras. Como ayer Rajoy, también en su mitin de
Barcelona, Sánchez ha descalificado a las nuevas fuerzas políticas
por su juventud, por su inexperiencia y por haber nacido en las
tertulias televisivas: "No somos fruto de una televisión, sino
un partido con 136 años de historia", ha presumido el líder
socialista.
Y en esa línea, ha aprovechado para ironizar sobre una de esas
propuestas estrambóticas que tanto han abundado en esta campaña, la
que formuló el líder de Ciutadans, Albert Rivera, para que sean los
muy jóvenes quienes regeneren la política española: "Tengo 43
años, según Rivera me tendría que retirar de la vida política".
Y sin mencionarlos explícitamente, Sánchez también ha criticado a
Podemos por "decir que la Constitución del 78 es un régimen,
insultando así a nuestros padres y abuelos".
Y tampoco difiere mucho el mensaje del PP del del PSOE por lo que
se refiere al nacionalismo de Artur Mas. Un independentismo sobre el
que recae la sombra de la sospecha de la corrupción del clan Pujol.
Por eso, el líder socialista ha cargado contra "los patriotas
que confunden patria con patriotismo y se lo llevan a paraísos
fiscales".
Sánchez ha aprovechado para prometer que si el PSOE gana las
elecciones generales este otoño, la gente vivirá mejor, los
recortes se terminarán y se impulsará una reforma constitucional
para convertir España en un verdadero Estado federal. También ha
presumido de las tareas que José Luis Rodríguez Zapatero culminó
con éxito: la ley de igualdad, el matrimonio homosexual y el fin del
terrorismo.
En el acto, que ha sido excesivamente largo, han intervenido
también el líder del PSC, Miquel Iceta, quien ha criticado el
presidente de ERC y alcalde de Sant Viçens del Horts, Oriol
Junqueras, por cargar contra los socialistas al no haber colgado las
esteladas cuando resulta que él tampoco ha izado esa bandera
independentista en el pueblo que gobierna.
Luego Collboni ha lamentado que el actual alcalde de Barcelona, el
convergente Xavier Trias, se haya "olvidado de los barrios de la
gente trabajadora y solo haya invertido en los barrios altos y del
centro". También ha participado la alcaldesa de Santa Coloma de
Gramenet, Núria Parlón, quien defiende uno de los bastiones de los
socialistas en Cataluña, pese a que su mayoría se ve amanazada por
un escándalo de corrupción que obligó a dimitir a su antecesor,
Bertomeu Muñoz.
Los socialistas atraviesan por un mal momento en Cataluña, según
señalan todas las encuestas. La aparición de Podemos y Ciutadans,
algunos casos de corrupción y un discurso ambiguo en materia
identitaria han llevado al partido hacia sus horas más bajas. Ahora,
está por ver si el partido que durante más de 30 años ha sido
hegemónico en el municipalismo catalán salva o no los muebles el
próximo 24 de mayo.