Asturias, el laboratorio perfecto de las Generales
> Un parlamento 'a seis' puede dar el Gobierno del Principado tanto al PP como al PSOE
lunes 18 de mayo de 2015, 12:12h
Gaspar Llamazares afirmó en el arranque de la carrera
electoral que las urnas de mayo en el Principado serán un anticipo de las
Generales. El candidato de IU en la cita autonómica no anda descaminado. Ahora
mismo, el panorama político asturiano es tan volátil como el nacional,
distorsionado por la entrada en tromba de Podemos también aquí. Será, además,
el escenario de un enfrentamiento entre pesos pesados como él mismo y como el
actual presidente, Javier Fernández, en el PSOE. El PP de Mercedes Fernández,
por su parte, se ve como partido más votado si el FAC de Cascos se convierte definitivamente
en una fuerza testimonial. Y Podemos podrá medir de nuevo la diferencia entre
las encuestas y la realidad. UPYD, por su parte, caerá víctima de Ciudadanos
tras robarle a su cabeza de cartel, Ignacio Prendes, ahora número 2 en la candidatura
del partido de Albert Rivera.
Como en el resto de gobiernos autonómicos en juego, las
mayorías absolutas están descartadas y los pactos servidos, un escenario por
otra parte habitual en Asturias en los últimos tiempos. PP y PSOE tendrán que retratarse
para poder gobernar si las encuestas aciertan con el empate técnico -una docena
de diputados cada uno- que auguran para ambas formaciones, el mismo que se
apunta en los sondeos con la vista puesta en las Generales de fin de año.
Curiosamente, estos resultados supondrían para los populares mejorar los de
hace cuatro años, en contraste con la tendencia en el resto de España.
Su problema es que las dos fuerzas emergentes, Ciudadanos y
Podemos, también empatan y un escaño arriba o abajo puede marcar la diferencia
entre la mayoría y la bancada de la oposición. En teoría, la maltrecha IU de
Llamazares podría ser el tercero en discordia para un gobierno de izquierdas en
el Principado que permitiría la continuidad de Javier Fernández a pesar de la
debacle que se le augura.
Tanto a Podemos como a Ciudadanos se les adjudican
prácticamente los mismos resultados con alrededor de seis escaños. Los primeros
dejarán a IU casi como formación residual. Sus cinco escaños actuales pueden
quedarse en dos. En principio no se contempla su desaparición del parlamento
autonómico como si ocurrirá casi con toda seguridad con UPYD tras la marcha de
su único representante en la pasada legislatura, Ignacio Prendes, a C's agudizando
la crisis del partido de Rosa Díez.
Las alianzas
Todo este análisis se sustenta, como es lógico, en las
hipotéticas alianzas entre PP y Ciudadanos por un lado, y PSOE, Podemos e IU
por otro, sean por la vía de la abstención o del apoyo explícito. Pero en
cualquier caso con el permiso de un sexto jugador, el Foro Asturias de
Francisco Álvarez Cascos que ha dejado paso a Cristina Coto para evitar una
muerte política segura. El ex ministro y ex dirigente del PP es hoy quizá el
político peor valorado del Principado.
Aun así, incluso perdiendo la mitad de sus actuales 13
escaños según casi todos los sondeos, FAC puede tener paradójicamente la llave
de la gobernabilidad y en teoría podría dar la presidencia al PP de Mercedes
Fernández. Sólo en teoría, por supuesto, porque es dudoso que Ciudadanos
aceptase una triple alianza de estas características, sobre todo por sus repercusiones para la imagen del partido de Albert Rivera a escala nacional. No debe descartarse que el pacto contra los populares de otras regiones pueda trasladarse a Asturias o al menos condiciones futuros acuerdos.
Este es, pues, el complicado escenario de un parlamento "a seis"
en el que cada voto vale su peso en oro en las elecciones más abiertas e
impredecibles de la Democracia, con los partidos tradicionales haciendo valer
el peso político de sus candidatos frente a las "marcas" sin rostros tan conocidos
-Nicanor García por C's y Emilio León por Podemos- de las nuevas formaciones.
Asturias es, como decía Gaspar Llamazares, el laboratorio perfecto para
comprobar lo que nos espera en el Congreso de los Diputados en menos de un año. Es la hora de la política.