PP y CiU rechazan tras un debate bronco limitar los trabajos extraparlamentarios de los diputados
martes 12 de mayo de 2015, 22:10h
El PP y CiU rechazaron este martes una moción
del PSOE para restringir las actividades extraparlamentarias de los
diputados, un texto que también incluía la destitución del exministro
Federico Trillo como embajador y la reprobación del presidente de la
Diputación de Valencia, Alfonso Rus. La moción del PSOE, defendida por la exportavoz socialista Soraya
Rodríguez, pretendía impulsar las reformas necesarias para aplicar el
principio de dedicación exclusiva de los diputados, limitando la
compatibilidad a la gestión de su patrimonio o trabajos literarios no
remunerados, y para dotar a la Comisión de Estatuto del Diputado de
nuevas funciones para comprobar la veracidad de las declaraciones de
actividades de los parlamentarios.
También
aprovechaba para reclamar el "cese inmediato" del embajador de España
en el Reino Unido, el exministro Federico Trillo, por haber cobrado,
cuando era diputado, por asesorar a una empresas que recibió
adjudicaciones de Castilla y León.
Y a todo ello añadió un nuevo punto para censurar el
comportamiento del presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus,
supuestamente grabado contando fajos de billetes y que, pese a ser
suspendido por el PP, aspira a la reelección como alcalde de Xátiva.
"Inquisición"
Tanto UPyD como el PNV, reconocidos partidarios de restringir al
máximo las actividades extraparlamentarias de los diputados, expresaron
su respaldo a la moción.
Izquierda Plural también apoyó la iniciativa, pero su portavoz,
José Luis Centella, aprovechó para volver a denunciar los casos que
cuestionan la financiación del PP, especialmente al hilo de la trama
Gürtel y los llamados 'papeles' del extesorero Luis Bárcenas. "Están
bajo sospecha y tienen mucho que tapar", espetó a los diputados del PP.
Por contra, el portavoz adjunto del PP Rafael Merino indicó que la
iniciativa del PSOE tiene más que ver con un "tribunal de Inquisición" y
sólo se explica por "la mala intención y el fuego amigo de los
socialistas".
Según recordó, hasta hace un año un tercio del Grupo Socialista
compatibilizaba el escaño con la Abogacía y hasta el actual portavoz,
Antonio Hernando, se ofrecía como asesor en Panamá. Por ello, cree que
la moción adolece de "cinismo, hipocresía y oportunismo político": "Es
una atentado a la democracia", llegó a decir.
También CiU, por boca de la diputada de Unió (UDC) Montserrat
Surroca, tachó de "electoralista" la moción y criticó la restricción de
las actividades extraparlamentarias alegando que, en ese escenario,
"sólo unos pocos podrían representar a la ciudadanía". En todo caso, y a
la espera de que los trabajos del Parlamento catalán sobre
incompatibilidades, los nacionalistas optaron por abstenerse.
La bronca final
El debate acabó con un cruce de acusaciones entre los dos partidos
mayoritarios. En su intervención, Merino preguntó a Soraya Rodríguez si
estaba segura de todas las subvenciones que dio como secretaria de
Estado de Cooperación, a lo que la diputada socialista replicó
rechazando esas insinuaciones "falsas" y exigiendo al portavoz adjunto
del PP que aclarase a qué actuación se refería. "No he hecho una
afirmación, sólo le estaba preguntando", replicó riendo el dirigente
popular.
El presidente del Congreso, Jesús Posada, visiblemente enfadado,
dio por zanjado el incidente constatando que el diputado del PP no había
llegado a concretar nada.
Después dio la palabra por alusiones a otro portavoz adjunto del
PP, Agustín Conde, que había sido citado por el PSOE en el debate como
ejemplo de incumplimiento del régimen de incompatibilidades. El diputado
toledano defendió la legalidad de sus actividades extraparlamentarias y
atacó directamente a Soraya Rodríguez, definiéndola como "la más
mediocre portavoz" que ha tenido el PSOE.
En ese contexto, el secretario general del Grupo Socialista,
Miguel Ángel Heredia, pidió a Posada que se retirasen del Diario de
Sesiones las acusaciones e insultos, y el presidente prometió dar
órdenes para que desaparezcan todas las descalificaciones personales "de
uno y otro lado".