Circo del sol: Lo imposible no cabe en 'Amaluna'
viernes 08 de mayo de 2015, 18:42h
Viene del otro lado del
Atlántico y ha escogido España -Madrid, en concreto- para su presentación en
Europa. El espectáculo se titula 'Amaluna' y lo firma el Circo del Sol (Le Cirque du Soleil), esa
multinacional del circo, con absoluta garantía de calidad en los montajes que
presenta. La profesionalidad, el cuidado y esmero en todo lo que pasa durante
las dos horas que, aproximadamente, dura
el montaje está siempre asegurada. Y, también, como siempre, niños,
padres y abuelos paladean y disfrutan todo lo que sucede debajo de esa carpa blanca, de 19 metros de altura y 51 de diámetro que, como un inmenso
árbol blanco, extiende una vez más sus ramas por la madrileña Casa de Campo.
El circo que fundara en 1984 el
acordeonista y tragafuegos quebequés Guy Laliberté, es hoy propiedad de un
fondo de capital privado estadounidense, pero sigue siendo mucho más que un circo,
aunque sin dejar de serlo. De hecho, en esta ocasión, son 110 las personas que
forman parte de la producción, 46 de las cuales son artistas y, de estos, dos
tercios son mujeres, y todos ellos muy jóvenes, entre 20 y 30 años. Más que un
circo, el del Sol parece una pequeña y rediviva Babel en donde se hablan, al
menos 17 lenguas, tantas como nacionalidades de los integrantes de esta gira.
Tradición e
innovación
Por supuesto que no faltan
las acrobacias, ni los malabarismos, los saltos, las barras asimétricas, y otras
muchas sorpresas circenses pero, además, en esta ocasión, hay poesía en una
historia entre mítica y futurista. En la isla Amaluna reina
Prospera, una mujer al frente de un
paraíso habitado también exclusivamente por mujeres. Una tormenta brutal hace que a la isla llegue un grupo de
hombres. La hija de Prospera, Miranda, se prenda de Romeo, uno de los jóvenes que llegan hasta allí. La unión de
Miranda y Romeo no va a ser nada fácil pero, al final, y como casi siempre
sucede en los cuentos, hay final feliz.
Si hay que
apuntar nombres concretos, quizás lo más vistoso -a nuestro juicio-, lo protagonizó la
diosa del equilibrio, Laura Jacobs, con la composición que hace con los remos
de madera cogiéndolos con los dedos de los pies. El malabarista, Víktor, hizo
mantener la tensión al público durante toda su actuación. Y también despertó
los mayores aplausos entre el respetable la protagonista, Miranda, Iulia
Mykhailova, y sus contorsiones en un cuenco gigante de agua, en el que se
sumerge totalmente en varias ocasiones. Con
ellos, los juegos y la destreza con el
aro de Andreanne Nadeau, y las evoluciones en el mástil chino de Evgeny Kurkin,
el Romeo del espectáculo.
Pero Le Cirque du Soleil es una marca en donde prima
lo colectivo. Todos y cada uno de los artistas que forman o han formado parte
de él en algún momento de sus carreras, han salido marcados por su paso por esa
nueva fórmula circense que materializó
el canadiense Laliberté, y que posiblemente ninguno de los hombres y mujeres
de circo de décadas y hasta siglos
anteriores se atrevió siquiera a soñar.
Desde 1984, han actuado ya en 300 ciudades de 40
países distintos. En total, y en todas
ellas, más de 100 millones de espectadores han disfrutado de sus espectáculos
en sus poco más de 30 años de existencia.
Hoy son 19 los espectáculos diferentes que está representando en todo el mundo,
para lo cual necesita 5.000 empleados, de los que 1.300 son artistas.
En Madrid estará hasta el 21 de junio próximo y, si
aún no ha visto nunca uno de sus
montajes, creo que acercarse a él y admirar una puesta en escena seria, con
música en directo -por cierto, y en 'Amaluna' interpretada también íntegramente
por mujeres-, un sonido y una iluminación espectaculares, merece la pena abonar
el precio de la entrada porque este es uno de esos espectáculos que no hay que
dejar de ver, al menos, una vez en la vida.
Columnista y crítico teatral
Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)
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