Estos cuatro debutantes,
Pablo Iglesias de Podemos,
Albert Rivera de Ciudadanos,
Alberto Garzón de IU y
Pedro Sánchez del PSOE, tendrán la responsabilidad de liderar a sus partidos en la campaña que empezará oficialmente la medianoche entre el jueves 7 y el viernes 8 de mayo. Y lo hacen con distintas caras y ánimos. Mientras que los dos nuevos partidos de moda son Podemos y Ciudadanos, Pedro Sánchez espera resistir y aguantar el tirón para ser refrendado como candidato de los socialistas a las elecciones generales de noviembre o diciembre, dependiendo de cuándo se fije esta convocatoria clave.
También pende de un hilo el joven Garzón, que ve cómo su partido, en el que se ha visto catapultado precipitadamente por diversas circunstancias, se desmorona ante su vista. Lo que parecía sería una sucesión tranquila tras un mandato bastante notable de
Cayo Lara, la irrupción de Podemos a lo largo del año pasado fue minando en votos y moral a IU, que actualmente está al borde del caos. Especial es la situación en la federación madrileña, que está en guerra abierta con la coordinación general. Ni reconocen a Garzón como su líder ni han acatado algunas de sus directivas, como las listas electorales. Al final, IU acude con un candidato de consenso para la presidencia de la Comunidad de Madrid y una candidata no oficial ni reconocida para la Alcaldía de la capital,
Raquel López.
Y es Podemos, como decíamos, el partido que aprovecha ese bajón de IU y el descontento de la izquierda tradicional, que ha preferido por el cambio radical que supone la formación de Iglesias,
Monedero y
Errejón. Su última alegría se la dio Andalucía, donde tiene la llave para que
Susana Díaz pueda ser de nuevo la presidenta, esta vez de forma electa. Sin embargo todos los expertos ven cómo el efecto del globo de Podemos se desinfla. Mientras que en algunas encuestas llegaron a figurar como el partido con más intención de voto en todo el país, actualmente serían segunda o tercera fuerza política, con Ciudadanos quitándoles continuamente la condición de partido nuevo y fresco que suponga un cambio frente al binomio de PP y PSOE.
Y ahí entra Ciudadanos, que si bien ha restado algunos votos a Podemos, es al electorado del PP a quien está 'asaltando'. En Génova 13 están más que temerosos ante el arreón de este partido nuevo, donde el tirón mediático que tiene su líder, Albert Rivera, no lo tienen ni de lejos cualquier dirigente actual del partido gobernante en Moncloa y la mayoría de autonomías y capitales de provincia.
Ahora bien, pese a esta irrupción de nuevos partidos y otras formaciones bisagra como IU o UPyD, PP y PSOE esperan seguir siendo las fuerzas hegemónicas. La revolución está aquí, pero sólo desde el 24 de mayo a eso de las diez de la noche se sabrá la dimensión de este cambio que se prevé pero que no se masca todavía hasta que se haga realidad.
Ahora bien, muchos ya adelantan importantes relevos tras ese 24 de mayo: algunos barones regionales de estos PP y PSOE tendrán que retirarse si fracasan, dando paso a nuevas generaciones que al menos intenten equiparar la fuerza de los líderes de moda, como son Iglesias y Rivera. Sin embargo, Sánchez y Garzón están echando cuentas. Necesitan unos resultados suficientemente satisfactorios para sus partidos y sus bases como para aspirar a ser los cabezas de lista en las generales de final de año. Y, en todo caso, sólo unos buenos resultados en mayo les darán la trayectoria necesaria como para tener un camino llano y sin piedras por parte de sus propios compañeros.
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