Pero ¿sirve para algo el Parlamento?
domingo 19 de abril de 2015, 09:57h
Usted puede salir a la calle estrechando manos y hasta, rara avis, haciéndose 'selfies' con los entusiastas en Murcia, en Alicante, en el distrito 'rojo' barcelonés de Nou Barris; usted puede lanzar proclamas desde los atriles mitineros denunciando que más corrupto es el otro -menuda oportunidad electoral le ha dado Rato al socialista Pedro Sánchez: ¿quién se acuerda ya de Chaves y Griñán?--. Lo que no puede usted es eludir el papel que le corresponde al Parlamento, que es el núcleo de una democracia sana: cuanto más poder Legislativo, menos Ejecutivo y menos Judicial, más vigorosa será la democracia en un país. Así que si usted pide inútilmente, porque la mayoría absoluta de escaños hace oídos sordos, una comisión de investigación parlamentaria sobre el 'affaire Rato', algo anda mal. Si el reglamento de la Cámara Baja impone límites severos a las sesiones de control parlamentario, de manera que el 'caso Rato' que insuficiente o nulamente explicado, también mal asunto. Sí; el Parlamento español ha de mejorar su funcionamiento. Tanto el de la Cámara Baja como, naturalmente, de la Alta, cuya inoperancia es un clamor desde hace décadas, sin que nadie se haya molestado en encabezar una iniciativa para reformarla. Rodrigo Rato, que fue un buen portavoz parlamentario del Grupo Popular, me reconoció en un día ya lejano que en el funcionamiento de las Cortes había fallos. Y Manuel Marín, que fue un excesivamente serio presidente del Congreso, se desgastó en vano pidiendo la reforma urgente del reglamento de la Cámara, que esta sesionase con mayor frecuencia y que estuviese sometida a mayores controles. De lo que ocurre en algunos parlamentos autonómicos, cebados de diputados en número claramente excesivo, mejor no hablar: baste ver cómo se ha constituido la Mesa del Parlamento andaluz tras las elecciones autonómicas de marzo. Con este prólogo quiero decir que me parece que no va a bastar con que, este martes, comparezca en el Congreso el presidente de la Agencia Tributaria para, en lo que le competa, explicar, si es que tiene a bien, todo lo relacionado con los feos asuntos que afectan a quien fue vicepresidente del Gobierno de España y hasta pudo haber sido presidente. Es decir, ese Rodrigo Rato que ha acaparado titulares en los periódicos de todo el mundo sin que aún conozcamos exactamente cuáles son los cargos oficiales que pesan en su contra, aunque bien que nos han dejado adivinar que la conducta del hoy juguete roto distó mucho de ajustarse a sus proclamas cuando era político poderoso, en las que exigía la decencia del cumplimiento escrupuloso de las obligaciones tributarias. No sé si, contra lo que sugiere el secretario general del PSOE, el descalabro se arreglaría con el ceso o la dimisión del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro; creo que no es este precisamente el momento en el que Montoro debe abandonar el Gobierno. Me parece que mucho antes de eso habría de producirse una explicación a fondo, en sede parlamentaria, de nada menos que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Cierto que el 'caso Rato' se ha destapado -bueno, en realidad no se ha destapado aún, a mi entender: dice Rajoy que nada tiene que ver con la amnistía fiscal, pero aquí nadie detalla nada-en el peor momento, cuando falta un mes para las elecciones municipales y autonómicas que darán el pistoletazo de salida hacia las elecciones generales. Ignoro quién filtró el asunto y convocó a las cámaras de televisión frente al domicilio del ex (hay variedad de rumores sobre la autoría y sobre la demasía), pero flaco favor hizo a la causa del partido que gobierna en nuestro país y que tiene un enorme poder territorial que las encuestas advierten que va a quedar bastante disminuido. Pero ahora, con o sin elecciones a la vista, lo sensato sería hacer frente al chaparrón asumiendo una comisión de investigación en ese Parlamento en el que Rato tanto peso tuvo. Sería un ejemplo de cómo afrontar las cosas con transparencia, porque 'lo' de Rato, sea lo que sea, dista mucho de ser un 'caso particular' y sí, en cambio, es algo que, como hubo de reconocer Rajoy el sábado en Murcia, afecta al PP. A Rato no le tocó en una tómbola ni la dirección del FMI ni, menos aún, la presidencia de una Caja, la de Madrid, que tanto contribuyó, parece, a quebrantar: estaba allí porque era alguien muy vinculado, con largos lazos históricos, al partido que otorgaba tales favores. El 'affaire Rato' es un caso político de primer orden y esta misma semana que comienza, semana de galopada hacia las elecciones del 24 de mayo, deberíamos saber los ciudadanos cómo piensan abordarlo quienes han de hacerlo, más allá de intentar tirar balones fuera tratando de convertirlo en un asunto particular: nadie dijo nada semejante en el caso de la 'herencia' de los Pujol, por ejemplo. Y ya digo: para lavar los trapos sucios, lo que ha de hacerse a la vista de la ciudadanía, nada como el Parlamento. Sobre todo, cuando desde el Ejecutivo no se detectan señales de un verdadero afán regeneracionista. De hecho, apenas se detecta movimiento alguno, lo que parece ya preocupante.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (2)
36932 | Rosa Paredes - 20/04/2015 @ 00:12:01 (GMT+1)
Ya tenemos una nueva subida de telón en esa "divina comedia", pero en versión descafeinada y cochambrosa y que nos ha tocado vivir y sufrir en el transcurso de estos últimos días en esta España que es nuestra. ¡Si Dante levantara la cabeza! ¿Título de la representación teatral? : El "Elegido" y sus afligidos y entristecidos compañeros de reparto...."
¡No se puede negar que se ha montado todo un rodaje de película "policíaca" en la milla de oro. Porque eso sí, los que cubren esos dedos juguetones con guantes blancos, no se conforman con la plata y se van a por el oro. La mayor parte de ellos van a parar a la llamada milla de oro ubicada en el Barrio de Salamanca. ¿Y qué decir del asunto? Confieso que me ha impactado mucho presenciar por parte de un policía como al Sr. Rato, se le introducía la cabeza dentro del coche mediante presión de una forzada mano Fue un "agache" en toda regla! ¡ Vivir con esa peso encima del coco, tiene que ser horrible!
De todas maneras y lo que sí me ha sorprendido, y mucho, es que si se "descuidan", la acción peliculera termina desarrollándose el mismo día de las elecciones que están en puertas, Porque digo yo y teniendo en cuenta el "CV" de este señor en los últimos tiempos, ¿para que esperar tanto rato para efectuar esa puesta en escena que hemos podido ver días pasados? ¡ Hombre de Dios y a quien competa el asunto, no hay que dejar las cosas para última hora...!
Ahora solo queda esperar. Todavía recuerdo al amigo Blesa, otro del lote, entrando en chirona en horas nocturnas y saliendo al día siguiente en horas diurnas. ¡No hubo tiempo a que se le apelmazara la brillantina del pelo! ¡Todo se redujo en un ¡plis, plas¡ porque habiendo por medio "capital" que depositar de fianza, todos salen triunfantes y victoriosos a esperar fuera mientras se va prolongando el tiempo... para que esos "prestigiosos abogados defensores" hagan lo indecible como corresponde al cobro de sus suculentos honorarios, para defender las causas de sus clientes. Lo más desagradable del asunto que nos compete, es que no se ha terminado el olor a podrido que nos atasca las napias y quedan por producirse más tiradas de cadena de esos retretes para que siga corriendo el agua y podamos ver salir de las alcantarillas a esas ratas que se esconden...
36929 | Rosa Paredes - 20/04/2015 @ 00:01:52 (GMT+1)
Ya tenemos una nueva subida de telón en esa "divina comedia", pero en versión descafeinada y cochambrosa y que nos ha tocado vivir y sufrir en el transcurso de estos últimos días en esta España que es nuestra. ¡Si Dante levantara la cabeza! ¿Título de la representación teatral? : El "Elegido" y sus afligidos y entristecidos compañeros de reparto...."
¡No se puede negar que se ha montado todo un rodaje de película "policíaca" en la milla de oro. Porque eso sí, los que cubren esos dedos juguetones con guantes blancos, no se conforman con la plata y se van a por el oro. La mayor parte de ellos van a parar a la llamada milla de oro ubicada en el Barrio de Salamanca. ¿Y qué decir del asunto? Confieso que me ha impactado mucho presenciar por parte de un policía como al Sr. Rato, se le introducía la cabeza dentro del coche mediante presión de una forzada mano Fue un "agache" en toda regla! ¡ Vivir con esa peso encima del coco, tiene que ser horrible!
De todas maneras y lo que sí me ha sorprendido, y mucho, es que si se "descuidan", la acción peliculera termina desarrollándose el mismo día de las elecciones que están en puertas, Por qué yo digo y teniendo en cuenta el "CV" de este señor en los últimos tiempos, ¿para que esperar tanto rato para efectuar esa puesta en escena que hemos podido ver días pasados? ¡ Hombre de Dios y a quien competa el asunto, no hay que dejar las cosas para última hora...!
Ahora solo queda esperar. Todavía recuerdo al amigo Blesa, otro del lote, entrando en chirona en horas nocturnas y saliendo al día siguiente en horas diurnas. ¡No hubo tiempo a que se le apelmazara la brillantina del pelo! ¡Todo se redujo en un ¡plis, plas¡ porque habiendo por medio "capital" que depositar de fianza, todos salen triunfantes y victoriosos a esperar fuera mientras se va prolongando el tiempo... mientras que esos "prestigiosos abogados defensores" hagan lo indecible como corresponde al cobro de sus suculentos honorarios, para defender las causas de sus clientes. Lo más desagradable del asunto que nos compete, es que no se ha terminado el olor a podrido que nos atasca las napias y quedan por producirse más tiradas de cadena de esos retretes para que siga corriendo el agua y podamos ver salir de las alcantarillas a esas ratas que se esconden...
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