jueves 16 de abril de 2015, 09:15h
Como
era de esperar, pocas novedades en la reunión que ayer celebró el
BCE. En la conferencia de prensa posterior a la reunión, su presidente
se centró en evidenciar que la expansión monetaria funciona, señalando
que las condiciones financieras del mercado y el coste de financiación para el
sector privado se han rebajado considerablemente, y las condiciones de los
préstamos para empresas y hogares han mejorado, con un repunte en la demanda de
crédito. Reiteró que la atención de la institución se centrará en que
las medidas de política monetaria contribuyan a una recuperación en el
crecimiento de la liquidez y del crédito, lo que junto con una mejora de las
perspectivas económicas, contribuirán a conseguir que la inflación se
aproxime a un nivel inferior, aunque próximo al 2% a medio plazo. A corto
plazo, la recuperación de los precios del crudo y la depreciación del euro, son
los factores que el presidente del BCE espera que ayuden a la recuperación de la inflación. Considera
que hay menos riesgos, aunque continúan siendo a la baja para el
crecimiento. Entre los elementos que contribuyen a estos riesgos, la lenta
aplicación de reformas estructurales, un recordatorio que también hacia ayer
el secretario general de la OCDE a Japón, al indicarle que si bien, el
estímulo del Banco de Japón ayudó a recortar los costes de la deuda y a
impulsar la economía, "las reformas estructurales no están en manos de los
bancos centrales".