Que UPyD está en horas bajas no es ninguna novedad, como tampoco lo es
la salida y las dimisiones de varios miembros después de que la líder,
Rosa Díez se negara a dimitir tras el fracaso cosechado en las
andaluzas. El último tránsfuga es el hasta ahora candidato a la
presidencia de la Junta de Castilla y León, Rafael
Delgado, quien ha presentado su renuncia debido a la "incomunicación"
con su
partido desde que se disolviera la dirección regional y se estableciera
una Gestora.
Delgado ha confirmado que el
lunes se presentó en la sede nacional de la formación para mostrar su
intención de abandonar la candidatura, ante lo que el responsable de
Organización de UPyD, Juan Luis Fabo, le pidió "48 horas para tratar de
solucionar la situación", si bien a las pocas horas "admitió que no
había arreglo" y le mostró su apoyo para que actuara "como considerase
oportuno".
En este sentido, el que fuera líder regional de UPyD ha explicado
que ha realizado "hasta seis intentos" para comunicarse con la dirección
y solventar los problemas derivados de la creación de una Gestora
regional que permitiera "seguir adelante con la candidatura".
"Me hubiera gustado seguir aunque sé que no íbamos a sacar nada
porque ahora mismo somos un partido desmantelado, pero quería cubrir el
expediente y demostrar que se había hecho un trabajo en este tiempo,
aunque al final no ha sido posible", ha aseverado, después de lo cual ha
admitido que no ha hablado al respecto con la líder del partido, Rosa
Díez.
"Durante una semana de Gestora nadie dijo nada, ni qué hacer ni
cómo hacerlo", ha añadido, tras lo cual ha confirmado que no tiene
intención de encabezar ni sumarse a ningún otro proyecto político. "No
me he planteado nada, sólo quiero irme a mi casa", ha sentenciado.
Fuentes de la formación magenta han explicado que,
ante una renuncia, será la Gestora la encargada de buscar un nuevo
candidato, ya que las listas "aún no están cerradas", si bien por tiempo
"es imposible hacer otras primarias".En cualquier caso, UPyD en Castilla y León ha asegurado que no da
"la batalla por perdida" y mantiene su intención de concurrir a los
comicios.
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