María Dolores de Cospedal sigue la estrategia de Susana Díaz y apuesta por la mayoría absoluta en Castilla-La Mancha
lunes 30 de marzo de 2015, 21:38h
La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de
Cospedal, ha expresado hoy su intención de trabajar para conseguir "la
mayoría absoluta y suficiente" para poder gobernar y, con ello, no
"dar al traste con mucho esfuerzo y con las buenas perspectivas". Es
el mismo mensaje electoral con el que ha machacado en Andalucía una y otra vez
la ganadora de las elecciones en esa comunidad. No lo ha conseguido, pero le ha
faltado poco. En el caso de la presidenta castellanomanchega, los números le
favorecen incluso con la reducción de 49 a 33 diputados que el parlamento
autonómico estrena esta legislatura. La inexistencia de IU y, al menos de
momento, de Ciudadanos, deja la izquierda dividida entre PSOE y Podemos y abre
una ventana para conseguir los ansiados 18 escaños. Para ella puede ser todo o
nada.
Cospedal, en rueda de prensa en Guadalajara para hacer
balance de los cuatro años de legislatura, ha afirmado que, mientras que
"algunos ya han anunciado de distintas maneras, en algún momento más
explícitamente, en otros más implícitamente, que piensan caminar juntos",
ella quiere "caminar con los ciudadanos de Castilla-La Mancha".
"Y creo, francamente, que lo voy a hacer", ha
añadido la presidenta autonómica, quien ha opinado que los ciudadanos creen que
no puede abandonarse "la senda de la recuperación" iniciada.
Por otra parte, ha tachado de "pobre argumento" el
que la oposición sólo diga que "hay que echar a la presidenta de
Castilla-La Mancha y ningún argumento más", aunque ha considerado que
"es muy difícil ofrecer nada cuando se ha gobernado 28 años y se ha dejado
a Castilla-La Mancha como se ha dejado".
Con ello, ha criticado que "en las épocas de
bonanza" no se haya "creado ninguna estructura que haya ayudado a
mantener esta tierra y a crear riqueza dentro de la propia tierra".
"Pienso que no tienen nada que ofrecer", ha
insistido.
La presidenta autonómica ha subrayado que Castilla-La Mancha
se encuentra "claramente mejor" que cuando el PP accedió al Gobierno
y ha valorado el esfuerzo de los ciudadanos durante "los cuatro años más
complicados y más difíciles de la historia reciente de la región".
"Mucho por hacer"
No obstante, ha admitido que "queda mucho por hacer y
hay muchas personas que lo están pasando mal" y aún no han encontrado
empleo, aunque ha augurado que, tras una primera etapa "muy dura", la
segunda será la "de la consolidación efectiva del progreso para las
familias de Castilla-La Mancha y para el futuro de esta tierra".
Con ello, ha recordado que al acceder a la Presidencia del
Gobierno autonómico y encontrarse 12.500 millones de euros de deuda y más de
600.000 facturas sin pagar, se tuvieron que tomar decisiones "muy
difíciles", que no eran "populares", pero sí "necesarias e
imprescindibles".
"El tiempo ha demostrado que esos esfuerzos no eran
baldíos y los esfuerzos han dado su fruto y están mereciendo la pena", ha
aseverado la presidenta autonómica, quien ha asegurado que el actual Ejecutivo
ha "salvado" la educación, la sanidad y los servicios sociales y ha
recuperado la credibilidad de una región que estaba "al borde de la quiebra".
Tras hacer un repaso por sus políticas, ha destacado que
Castilla-La Mancha "hoy no abre titulares por escándalos urbanísticos ni
por aeropuertos sin destino" sino por ser "solvente, creíble y
valorada" por las "políticas rigurosas y sensatas".