El 'misterio de las voces' de la caja negra desata las especulaciones sobre un accidente 'inexplicable'
miércoles 25 de marzo de 2015, 22:36h
Hubiera
bastado con dejar caer que se oye a los pilotos en la grabación de la caja
negra recuperada durante esos fatídicos diez últimos minutos de vuelo. En
teoría, son las únicas personas que deberían estar en la cabina del A-320 de
Germanwings. Sin embargo, la prudencia de Rémi Jouty, presidente Oficina de
Investigaciones y Análisis (BEA) francesa, que sólo aclaró que se oyen "voces",
sin especificar nada más, abre muchas más hipótesis que la de una
despresurización que se supone que las tripulaciones están entrenadas para
controlar. No va a ser tan sencillo echarle la culpa al avión. Lo único que
parece seguro en este momento es que no hubo una explosión en vuelo. Las
declaraciones del presidente de Lufthansa sobre un accidente "inexplicable" son
las que, de momento, mejor describen lo ocurrido.
Los investigadores del accidente del Airbus A320 en los
Alpes dieron ayer dos noticias: la buena, que han recuperado la grabación sonora
de lo sucedido en la cabina del avión antes de estrellarse. Y la mala, que
siguen sin explicarse qué pudo suceder.
La reputada Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA)
francesa tiene en su poder "un archivo de audio utilizable" en el que
deberían ser capaces de escuchar lo acontecido en el vuelo entre Barcelona y
Düsseldorf de la compañía Germanwings, en el que perdieron ayer la vida 150
personas.
El proceso -advirtió el director del BEA, Rémi Jouty- podría
llevar "varias semanas" o incluso "meses", aunque confían
en recuperar también la segunda caja negra del aparato, que registra los
parámetros técnicos, para completar su labor.
Por ahora, lo único que descartan los investigadores es que
el avión explotase en pleno trayecto: "El avión voló hasta el final",
concretó Jouty ante los medios de comunicación.
Sin embargo, las certezas acaban prácticamente aquí.
En una muestra de sinceridad apabullante, en la línea de
gran transparencia seguida hasta el momento por las autoridades francesas, el
director del BEA reconoció el desconcierto que todavía planea sobre las
preguntas clave.
"No tenemos la menor explicación del motivo que llevó
al avión a descender ni por qué este no respondió a los intentos de contacto de
los controladores aéreos", reconoció Jouty.
Por eso, al igual que han hecho hasta ahora los responsables
políticos franceses, insistió en que "ninguna hipótesis está cerrada"
cuando se le preguntó acerca de una supuesta acción terrorista como causa.
Más dudas
Pero el resto de elementos de la investigación que adelantó
Jouty solo contribuyeron a sembrar más dudas acerca del suceso.
"La curva de la trayectoria es compatible con la de un
avión controlado por pilotos, con la excepción de que no imaginamos que pilotos
puedan conscientemente enviar un avión hacia la montaña", explicó, antes
de añadir que esa curva también es compatible con la que podría trazar un piloto
automático.
Tampoco las óptimas condiciones meteorológicas ofrecen
explicación alguna del momento del accidente, aunque su empeoramiento ha
complicado las labores de identificación y rescate de los cadáveres que yacen
diseminados en el macizo de Les Trois Échêvés.
En una entrevista con la televisión pública, el primer
ministro francés, Manuel Valls, pidió esperar "algunas horas" para
que se pueda completar un análisis preliminar de la grabación y disponer de
nuevos elementos.
Carcasa vacía
La carcasa de la segunda caja negra fue descubierta hoy por
los servicios de rescate, pero no su contenido.
El BEA -que está trabajando en cooperación con sus
instituciones homólogas en Alemania y España, la Comisión de Investigación de
Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC)- también ha abierto
pesquisas sobre el historial y la formación de los pilotos, cuya identidad
permanece en el anonimato.
Francia, como país fabricante de cajas negras en la empresa
Thales y como sede de Airbus, tiene una gran experiencia en la investigación de
accidentes aeronáuticos, en los que el BEA es reconocido como una autoridad
mundial en la materia.
Se necesitarán todos sus esfuerzos para cumplir la promesa
que el presidente francés, François Hollande, hizo hoy a los jefes de los
gobiernos alemán, Angela Merkel, y español, Mariano Rajoy, ante la capilla
ardiente en el pueblo de Seyne-les-Alpes.
"Francia hará todo lo que haga falta para que se
conozca lo que sucedió. Se hará la luz sobre las circunstancias del accidente.
Se lo debemos a las familias", sentenció, solemne, Hollande.