Los expertos invaden las tertulias: el problema no son lo años del avión
martes 24 de marzo de 2015, 23:40h
Ricardo Huercio, decano del colegio Oficial de Pilotos, y Estefanía
Matesanz, decana del colegio de ingenieros aeronáuticos en 24h, Borja Díaz
Capelli, portavoz del colegio de pilotos aeronáuticos en la Cope, Ariel Shocón,
portavoz del SEPLA en el Cascabel. Seguramente, olvido a alguno de los
numerosos profesionales relacionados con los aviones que tantas tragedias nos
dan últimamente, protagonistas de todas y cada una de las tertulias de la noche
del martes. No podían responder al por qué, pero sí ilustraron a la audiencia
sobre algunas dudas no aptas para profanos, por ejemplo cómo ha podido influir
la edad del aparato siniestrado.
Huercio nos aclaró, por ejemplo, que el fallo en un portón
del tren de aterrizaje no tiene por qué ser la causa del accidente. Dadas las
especulaciones sobre si se produjo una despresurización de la cabina, explicó
que esa parte del avión no va presurizada y nunca podría provocar ese fallo.
Sobre la despresurización, Borja Díaz de Capelli dio una
auténtica clase al respecto en el especial de La Linterna que Juan Pablo Colmenarejo
celebró en Cádiz. También sobre las revisiones a que se someten los aviones,
incluida una en la que se desmonta entero y se vuelve a ensamblar. Sobre el
Airbus siniestrado aseguró que ya la había pasado y superado sin problemas.
La decana Matesanz rechazó que la edad sea un criterio para
calcular la 'vejez' de un avión, sino el número de ciclos máximos de
presurización-despresurización, o sea, despegue-aterrizaje que puede soportar
cada aparato. Unos cumplen varios ciclos en un mismo día, pero otros sólo uno.
El portavoz del sindicato de pilotos defendió la seguridad
del transporte aéreo, algo estadísticamente incuestionable, y de modelo
siniestrado en concreto, el más usado: "Cada dos segundos aterriza o despega un
A-320 en el mundo".
Explicaciones al margen, todos los expertos coincidieron en
pedir prudencia porque dada la complejidad de los aviones modernos, puede haber
múltiples causas del accidente, que calificaron unánimemente de muy extraño por
el hecho de que los pilotos no dieran la alarma por radio durante los ocho
largos minutos de caída.
En el aire quedó, no obstante, más de una duda sobre cuánto apuran
los límites las compañías de bajo coste.