El Barça pasa a cuartos sin inmutarse pese al susto del penalti que Ter Stegen paró a Aguero
miércoles 18 de marzo de 2015, 21:47h
Pleno español en la Champions. El Barcelona despejó dudas esta noche en un gran partido ante el Manchester City, que luchó pero sin mucha convicción. Rakitidic adelantó y tranquilizó a los de Luis Enrique antes del descanso conviertiendo la eliminatoria en un imposible para los de Pellegrini. La segunda parte no sirvió para mover el marcador y sólo registró el susto del penalti que Stegen desbarató a Aguero, pero que estuvo compensado por un par de claras oportunidades en las botas de Messi y Neymar. Un buen prólogo para coger aire con el 'clásico' ya a la vuelta de la esquina.
El FC Barcelona ya es equipo de cuartos de
final de la Liga de Campeones al superar este miércoles al Manchester
City (1-0) en el Camp Nou y con el ya bueno 1-2 de la ida, en una noche
en la que brilló Messi sobre todo en la primera parte e hizo mejorar la
imagen de un Barça con dos caras, bien en la primera parte y más roto en
la segunda, cuando el City asustó sin llegar a marcar antes de decir
adiós de nuevo a la 'Champions' ante el mismo 'verdugo' y a las primeras
de cambio.
Fue un partido con dos versiones del Barça, una en la primera
parte donde con un Messi estelar dejó buenas sensaciones, y la impresión
de haber podido marcar más goles, y una segunda parte donde pese a
disponer también de ocasiones para ampliar el marcador, incluso hasta en
los minutos finales, no hubo manera. Por contra, el City dio síntomas
de poder empatar, marrando incluso Agüero un penalti. Al final, la
táctica le salió bien al Barça, que abre bien la 'semana grande' pero
deberá afinar puntería de cara al 'clásico' del domingo.
Dominó el City en la reanudación. El Barça sabía que solo tres
goles en contra le dejaban fuera, dos les llevaban a la prórroga. Quizá
se confiaron y el City estiró líneas. Bajó el ritmo físico el Barça y lo
contrario sucedió en los ingleses, que convirtieron el partido en un
frontón. Suerte que Piqué estuvo inconmensurable en despejar balones. Y
el mayor susto llegó con la aventura regateadora de Ter Stegen fuera del
área, cuando perdió ante el 'Kun' tras su intento fallido de
regatearle, pero no vio puerta el argentino.
A TUMBA ABIERTA
La sensación de peligro fue mayor cuando atacaba el City que
cuando lo hacía el Barça. Eran los ingleses, con Milner o con Touré,
quienes tenían ocasiones clara. Iba ya a tumba abierta el City, pues no
le valía otra cosa y como menos buscaron irse con la cabeza alta. Por
contra Suárez a punto estuvo del 2-0, pero esa sentencia no llegaba, por
claras y varias que fueran las ocasiones, y el Barça que gracias a
Messi tan bien había jugado, se vio roto, cada vez más separado y
vulnerable.
Y el susto mayúsculo fue el penalti sobre el 'Kun' Agüero que el
argentino tiró y vio como Marc-André Ter Stegen se redimía parando la
pena máxima. Evitó el cancerbero unos minutos finales de infarto, pero
ello no evitó que el City, algo hundido, siguiera atacando. No sabía
cambiar el rumbo del choque el Barça, y Luis Enrique no movía ficha. El
paso de los minutos fue el gran aliado blaugrana.
Fue extraño ver al City con mayor posesión de balón que el Barça
en algunos instantes del partido, sobre todo en el cuarto de hora
inicial, y tras el descanso. Y es que los blaugranas no lucharon por el
balón como acostumbran, también cómodos esperando un poco más atrás de
lo habitual para luego salir a la contar. Este Barça ha sabido mutar su
'ADN' para partidos como este, en que el rival debe buscar puerta y
tiene en su defensa la línea más débil.
La tripleta ofensiva formada por Neymar, Suárez y Messi puede ser
letal a la contra y cada vez lo es más. Y con Messi desatado,
disfrutando el primero con su fútbol, con un recital de caños,
asistencias, y jugadas de caracoleo marca de la casa, este Barça también
juega así cómodo. Dejó que el City fuera arriba, como le tocaba, pero
no tuvo demasiada sensación de peligro atrás, y sí mucho arriba. Llegó
un gol pero pudieron ser más al descanso.
A la media hora abrió la lata el Barça por mediación de Rakitic,
que no desaprovechó sino que embelleció un gran pase de Messi, cubierto
por Kolarov y Milner sin que le entraran. Ello dio tiempo al argentino
de poner un gran balón a la izquierda para que Rakitic la bajara con el
pecho y, con el interior de la bota derecha, superara con sutileza y por
alto a Hart, que salió a por todas pero sin acierto. El pase de Messi
fue un destello más de su despliegue esta noche.
Mejoró el City respecto a la ida, pero no le fue suficiente. Debe
ser duro ver que despliegas un mejor fútbol y aún así quedas lejos del
rival, un Barça que fue de menos a más y que pasó del estar cómodo al
dar lecciones a los 'citizens'. Ya con 1-0, Samir Nasri, de los que más
magia tienen en el equipo 'sky blue', perdió los estribos y se jugó la
roja con una patada sin sentido por detrás a Neymar. Pidió Pellegrini
cabeza en este sentido, cuando se quejó de que siempre acababa con 10
contra el Barça, pero sus hombres parecen no entenderlo. Pero se salvó,
solo viendo amarilla.
Quizá esa jugada puntual y aislada fue sintomática. Y es que el
Barça jugaba cada vez más a placer, dominando los espacios, recuperando
la pelota, mezclando el juego de posesión con el directo, por dentro y
por fuera, ahora más rápido o más lento. A placer. Ya en el primer
cuarto de hora el Barça tuvo tres buenas ocasiones, la mejor la de
Neymar al palo. También Luis Suárez estrelló un remate en la madera.
Pero el City tuvo, en este sentido, un ángel de la guardia para no salir
escaldado del Camp Nou.
EL BARÇA PODRÍA HABER SENTENCIADO ANTES
La sensación que dejó el partido de ida en el City of Manchester
Stadium es que el Barça, pese a la ventaja que logró y que ha acabado
siendo buena, dejó escapar la oportunidad de sentenciar la eliminatoria.
Erró alguna ocasión, la más clara al final del partido con el penalti y
posterior remate de cabeza fallados por Messi. Esta noche, pese a la
lección del argentino, esa sensación se repitió, como en un 'dejà vu'.
Y es que la primera parte del City fue buena, bien plantado en el
campo, y con alguna ocasión para los de Pellegrini, básicamente con
disparos lejanos, sin problemas para Ter Stegen. Pese a esto, el Barça
pudo sentenciar, se fue 1-0 al descanso pero bien pudo ser mayor la
diferencia, con Messi crecido y jugando a sus anchas, asistiendo de
maravilla y lástima que Neymar, quizá falto de confianza, no culminó en
gol las obras del '10'.