viernes 27 de febrero de 2015, 09:54h
Se dice con razón que el dinero no
tiene memoria. Miedo si tiene. Ayer fue un día de miedo y desmemoria, uno de
muchos. Las crónicas de primera hora dejaban claro, o eso parecía, que más
allá de las dudas iniciales, la Presidenta de la FED había elegido finalmente,
tras sus comparecencias parlamentarias, el lado más "dovish", término
que refiere la voluntad de arriesgarse por el lado del estímulo y por tanto
pensarse dos veces una subida de tipos. "Los dólar alcistas se toman un
respiro" titulaba a las 6:35 de la mañana Financial Times. Entre
el "dovish" de la norteamericana y las angustias despejadas sobre
Grecia, parecía un adecuado titular para un día que amanecía tranquilo. ¡JA! La
crónica de la tarde destacaba en titulares que el dólar se disparaba tras el
dato de inflación americano. Ya todo eran "puertas abiertas al alza de
tipos" y ninguna duda que la palabra "paciente" sería retirada del
comunicado de marzo. Pues eso, una memoria frágil y más miedo que vergüenza.
Derrotado el análisis macro, que apenas aguantó un par de leves sopapos, el
análisis técnico aparece de nuevo y los mínimos del año en boca de todos. Es
viernes. Mal día para especular, pero no tiene buena pinta para los que
necesitamos comprar más dólares. ¿La inflación? ¡Ah! Subió la subyacente un
0,2% en enero después de un 0,1% en diciembre. Un 1,6% interanual, la misma que
había. Entonces...,¿no será por eso? Pues no será. Vaya usted a saber.