También por la compra de Valmor Sports
Anticorrupción pide que Fabra y Barberá declaren por las irregularidades en la F1 y el circuito de Valencia
La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) que testifiquen unas 60 personas en la causa en la que se investigan presuntas irregularidades en la organización de la Fórmula 1 en Valencia y la posterior compra de Valmor Sports por un euro, entre ellas, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
El fiscal solicitó estas testificales hace ya dos meses, en el
momento en que interpuso la querella contra Camps y contra la
exconsellera, ex secretaria autonómica de Comunicación del Consell y
exdirectora de Televisión Valenciana, Lola Johnson, y el expiloto Jorge
Martínez 'Aspar', por presunta malversación y prevaricación en la
gestión de la Fórmula 1 en Valencia, según han confirmado fuentes
conocedoras del procedimiento.
Entre los 60 testigos que reclama, figura el nombre de Alberto
Fabra y de los miembros del Consell que aprobaron la compra de Valmor
Sports por la cantidad simbólica de un euro, asumiendo la deuda
millonaria que esta mercantil arrastraba: el vicepresidente del Consell,
José Císcar, y la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig. El
ministerio público no solicita la imputación de estas personas puesto
que entiende que esta compra les vino ya hecha como consecuencia de los
acuerdos que firmaron Camps y Johnson.
Así mismo, el ministerio público pide la testifical de la
alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, quien asistió a algún encuentro con
Camps y el magnate de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, por la carrera;
del concejal de Deportes en el consistorio valenciano, Cristóbal Grau;
el expresidente de la Generalitat y de Bancaja, José Luis Olivas; y el
empresario Fernando Roig. Estos dos últimos fueron socios constituyentes
de Valmor junto a Aspar.
Estas testificales tendrán que esperar hasta que se designe un
juez instructor de la causa, puesto que de momento lo que ha hecho la
sala de lo Civil y Penal del TSJCV es admitir a trámite la querella del
fiscal contra Camps, Johnson y Aspar y ha suspendido provisionalmente el
plazo de presentación de recursos contra esta admisión hasta que se
solucionen unos "defectos" apreciados en la documentación de Fiscalía.
Según indicó la pasada semana el tribunal valenciano en una
resolución, en la documentación en soporte digital aportada por el
ministerio público faltaba escaneo de algunos folios, así como el
reverso de otros. Además, había ausencia "completa" de escaneo de
determinados anexos.
ERRORES EN LA TRADUCCIÓN
En la documentación también se aprecian algunos errores en la
traducción que presentó inicialmente Fiscalía al TSJCV sobre la
declaración en inglés de Bernie Ecclestone. Así, mientras en el informe
de Competencia que remitió el ministerio público al tribunalse señalaba
que la idea de la prueba surgió de Camps, en la traducción jurada que
aportó posteriormente Fiscalía General, se constata que la idea de
organizar un Gran Premio de Fórmula 1 en Valencia fue del magnate y no
del expresidente.
Así mismo, pese a que el fiscal señalaba que Camps había
organizado una reunión en la ciudad para tratar el asunto según su
versión de la traducción, parece que, con el documento de Fiscalía
General, Ecclestone declaró que fueron ambos los que fijaron este
encuentro, y que ahí él mismo llevó un borrador de contrato de promoción
de la carrera, y no el exjefe del Consell.
Esta afirmación de la autoría del Gran Premio en Valencia figura
únicamente en el informe de Competencia, pero el fiscal basó su querella
inicial, fundamentalmente, en lo que declararon tanto el expiloto Aspar
como la jefa de Protocolo del Circuito del Motor, quienes señalaron que
la idea de celebrar el Gran Premio partió de Camps, que fue quien
negoció todas las condiciones, incluidas las económicas.
De esta forma, según fuentes jurídicas, la testifical de
Ecclestone es solo una parte más de la causa, cuyos errores en la
traducción no afectan al fondo del asunto, puesto que independientemente
de quién propusiera traer la Fórmula 1 en Valencia, se investiga la
forma en que se orquestó la venta de Valmor al Consell por la que se
causó un grave perjuicio --según el fiscal-- a las arcas públicas.
En concreto, la querella de Fiscalía por este asunto se centra en
cuatro aspectos fundamentales: el contrato firmado entre Valmor y la
empresa pública Circuito del Motor para organizar la Fórmula 1, por el
que la mercantil no pagó "ni un euro", en perjuicio de los fondos
públicos; la orden que dio Camps para que la Generalitat se constituyera
como avalista de Valmor sin seguir el procedimiento administrativo
fijado en al Ley de Hacienda de la Generalitat y la Ley de Presupuestos
de 2011; la orden que dio a Johnson, pese a que no tenía competencia
para ello, para que firmara el contrato de 19 de julio de 2011 por el
que el Gobierno autonómico prestaba el aval a la empresa; y la asunción
por parte del Consell del canon anual de 26 millones de dólares "sin
asumir ningún derecho".