Un
salón con una mesa elegantemente vestida, y varias sillas a su alrededor... La
vajilla, la cristalería y un par de candelabros con las velas encendidas en el
centro parecen anunciar que estamos en el preludio de una cena amable, de una
celebración extraordinaria. Se encienden las luces en el escenario y un hombre
y una mujer, matrimonio, se sientan a la
mesa. Celebran que ella está embarazada
de dos meses y pronto va a poder dar un hermanito a su hijo de dos años. La
mujer no parece muy entusiasmada con el nuevo embarazo. Pero un portazo y la
inesperada aparición del hermano de la mujer, cambia súbita y radicalmente el
sentido de la celebración. Así comienza 'Orphans',
una obra que Dennis Kelly escribió en 2009 y que fue premio Herald Angel en el Festival Fringe de Edimburgo, y que estos días se
representa en el Teatro Galileo de Madrid. La ha puesto en pie la compañíaUpArte,
bajo la dirección de Roberto Cerdá, partiendo
de la Adaptación y
traducciónde Aida Argüelles.
En el reparto, tres magníficos
actores: Rafael
Rojas,en el papel deLiam, hermano de Helen; Borja Elgea comoDanny, esposo deHelen
yNuria
Aparicio (Helen), que se mete en la piel de la esposa yhermana de los
dos personajes masculinos anteriores. Entre los tres se urde una historia que comienza con la
entrada en escena de Liam en casa. Su irrupción, sin previo aviso, a la casa de
su hermana y su cuñado, parece ser consecuencia de un incidente inesperado en
el que se ha visto implicado Liam, que ha dejado un hombre herido y tendido en
el suelo en la calle, a lasmismas puertas de la casa. Inesperadamente,
el matrimoniose ve metido de lleno en un asunto oscuro y frontalmente opuesto a los valores
éticos que los sostienen, pero resulta que el implicado es el mismo Liam...
Frustraciones, recuerdos e incertidumbre
El ambiente progresivamente se hace más
y más tenso e irrespirable, las frases de los personajes son cada vez más
entrecortadas y casi nunca terminan de enunciarse completas. Todo acabará dando
un giro inesperado a la historia familiar. Una historia que, como suele suceder
casi siempre, está llena de las frustraciones del presente, los malos recuerdos
del pasado y la incertidumbre de los proyectos de futuro.
La tensión va in crescendo a lo largo de los cuatro actos de la obra,
interrumpidosúnicamente por la voz rasgada y triste, acapella,de una mujer negra con un
sentimiento y una pasión extraordinarias, y otras veces por un sonido
inquietante que va creciendoprogresivamente. Todo el ambiente sonoro
lo ha montado Javier
Almela. La
escenografía es de Ana
Garay -que, además, ha elegido el vestuario- es minimalista (aparte de la mesa, que
ya hemos reseñado, no hay más que un
pequeño sillón y una mesita con una lámpara en el rincón derecho del escenario).
La iluminación, de Pedro
Yagüe, está
dominada por los fríos azules durante casi toda la obra, salvo al final, en
donde son los amarillos, más cálidos, los que se imponen en la
escena. Por último, la fotografía y el vídeo son obra de Luis Malibrán.
Todos estos son aspectos cuidados hasta
el extremo por el director Roberto Cerdá
que, además, ha mirado al milímetro todos y cada uno de los gestos y
movimientos de los actores para acabar
construyendo un montaje extraordinariamente sutil y preciso -casi cinematográfico- en cada instante. Todo, absolutamente todo ello,
sirve de soporte o vehículo para que la
obra vaya subiendo de escalón en escalón para acabar siendo verdaderamente una propuestainquietante, intranquilizadora, misteriosa, a vecesangustiosa y
perturbadora, y siempre impresionante y apasionante.
'Orphans'
es, en definitiva, un montaje exquisito para espectadores exigentes en donde
todos y cada uno de los elementos necesarios en toda puesta en escena están
cuidadosamente elegidos y pulidos para construir en conjunto una obra de culto,
gracias a la mano tan sensible como
firme de su director, el experimentado Roberto Cerdá. No se la pierda, por favor.