En estos momentos hay que mojarse
viernes 13 de febrero de 2015, 10:14h
Eso de estar siempre
nadando entre dos aguas, de estar a la vez en misa y repicando, de no mojarse,
de tener dos varas de medir la corrupción, de donde dije digo digo Diego está
muy bien para cualquier político que se precie y parece algo consuetudinario
con muchos de ellos, pero llega un momento en el que hay que dar la cara, sobre
todo si tus propios militantes están contemplando estupefactos cómo en Madrid
se están cortando cabezas de presuntos corruptos y en Sevilla se mira para otro
lado cuando el número de imputados entre los EREs fraudulentos y los falsos
cursos de formación, supera los cuatrocientos. Vamos que como siga la racha de
operaciones va a haber implicados casi da como para llenar el Benito
Villamarín. Y sobre todo hay que dar la cara y posicionarse cuando estamos
metidos de lleno en la campaña a las elecciones andaluzas que, mira por donde,
la gran Susana Díaz adelantó precisamente para que la
jueza Mercedes Alaya no la cogiera con el carrito de los
helados. Dice Susana que el secreto del PSOE está en la unidad, le ha faltado
añadir aquello de "destino en lo universal" que repetían en tiempos
de Franco. Ya saben, el PSOE es uno, porque si hubiera dos todos se hubiesen
ido al otro: grande porque caben Susana embarazada, Chaves, Griñán y Pedro
Sánchez, y libre porque cada uno va a su bola.
Porque mientras el nuevo secretario general del
PSOE, Pedro Zapatero Sánchez, que al menos está demostrando tener
los suficientes redaños como para hacer limpieza de presuntos enemigos sean o
no corruptos, aprovecha que el Pisuerga pasa por Ferraz para cambiarle la
cerradura al despacho de Tomás Gómez, en Sevilla la superpresidenta
que repite por activa y pasiva hasta aburrir al personal que va "a
combatir la corrupción esté donde esté y caiga quien caiga" mira para otro
lado cuando sus ex jefes, sus ex compañeros de Gabinete y sus camaradas de
partido están haciendo cola en las puertas de los Juzgados para contarle a la Justicia
eso tan ejemplarizante que ha confesado en Cádiz uno de los últimos detenidos
por la Operación Edu: "El dinero estaba ahí, y si yo no lo cogía lo iba a
coger otro". Ahí está la clave de toda esta trama que se ha desarrollado
durante muchos años en Andalucía, donde la Junta ha repartido mas a siniestro
que a diestro dinero público sin control alguno para pagar favores o amistades
cuando no para financiar el partido gobernante. Vamos que entre los EREs, las
subvenciones a empresarios y sindicatos, lo de los cursos de formación y la
carta blanca a aquellos de la cuerda, han volado en esta tierra tan escasa de
recursos, miles de millones de euros, que se dice pronto, y que, prometa lo que
prometa Supersusana, jamás de los jamases se van a recuperar.
Con toda esta movida montada por Pedro
Zapatero Sánchez en la Federación Socialista Madrileña y el cacao
maravillao de Izquierda Unida, me da la impresión que, entre unos y otros se lo
están poniendo en bandeja, por un lado, a los muchachos de Pablo
Iglesias quienes pese a sus mas que evidentes carencias, van a recoger
todo el voto de la denominada izquierda, y por otro al PP de Mariano
Rajoy quien sin necesidad de promover grandes campañas de imagen y
vendiendo sólo el asunto de la recuperación económica, algo mas que evidente,
puede volver a recuperar mucho del voto perdido.
Las elecciones andaluzas del 22-M van a ser todo
un test porque me da a mí que no le falta mucha razón a la presidenta del PSOE,
mi paisana Micaela Navarro, cuando afirma que la juez Alaya ha
entrado de lleno en la campaña andaluza. Parece claro, y los hechos así lo
demuestran, que Alaya está jugando sus cartas con maestría sacando a la luz sus
autos en momentos claves, pero no lo es menos que mucha culpa de ello la tiene
el propio PSOE y la Junta poniéndole piedrecitas en el camino a la magistrada
astigitana. Si en lugar de esconderle la documentación pedida se la huiesen
facilitado en su momento, quizás todo el entramado del trubio asunto de los
EREs fraudulentos se hubiese cerrado hace tiempo.
Viendo lo que nos queda hasta la cita con las
urnas, algo más de un mes, yo le pediría a nuestra querida superpresidenta que
fuese algo más realista y que dejara de vendernos a los andaluces películas de
honradez y decencia o, al menos, que no volviese a engañarnos prometiendo
devolvernos los millones que se han embolsado Guerrero, Fernández, Lanzas y
compañía. Y otra cosa. Ya veremos si antes del 22-M no salen a la luz nuevas
revelaciones sobre los "cinco magníficos" del Tribunal Supremo, a
saber, Chaves, Griñán, Zarrías, Viera y Mar
Moreno porque me da la impresión de que algunos se están guardando cartas
en la manga para sacarlas en el momento oportuno.