Es lo que le pide la Fiscalía
El bético Rubén Castro se enfrenta a dos años de cárcel acusado de maltrato a su exnovia
viernes 06 de febrero de 2015, 11:16h
La Fiscalía ha solicitado dos años y un mes de cárcel para el jugador
del Real Betis Rubén Castro por cuatro delitos de maltrato y un quinto
delito de amenazas leves hacia su exnovia, ya que considera que la
habría agredido físicamente en cuatro ocasiones y le habría mandado un
mensaje de texto amenazante a su teléfono móvil.
Fuentes judiciales han informado a Europa Press de que el
Ministerio Público ha pedido para el delantero del Betis, por un delito
de amenazas, nueve meses de prisión, privación del permiso para la
tenencia o porte de armas por dos años y prohibición de comunicación o
que se acerque a la víctima o lugar donde ésta resida por un periodo de
un año y nueve meses.
Asimismo, y en el escrito de acusación elevado al Juzgado de
Violencia sobre la Mujer número 3, la Fiscalía hispalense solicita para
el futbolista cuatro meses de cárcel por cada uno de los cuatro delitos
de maltrato, así como privación del permiso para la tenencia o porte de
armas por tiempo de dos años y prohibición de comunicarse o acercarse a
la víctima por un periodo de un año y cuatro meses. Las fuentes consultadas por Europa Press han precisado que el
Ministerio Público también pide que Rubén Castro indemnice con 360 euros
a la víctima.
Control, celos y agresiones
Cabe recordar que la juez dictó auto de procedimiento abreviado
contra el jugador del Real Betis por cuatro delitos de maltrato y un
quinto delito de amenazas leves hacia su exnovia, archivando asimismo la
denuncia por agresión sexual y maltrato habitual que la joven había
interpuesto contra el delantero del Betis. En el auto de procesamiento, la juez recoge que la relación entre
ambos era "conflictiva" por ambas partes y estaba caracterizada por
actitudes "de control, celos y agresiones".
De este modo, la juez apunta que Rubén Castro habría agredido
físicamente en cuatro ocasiones a su expareja, lo que habría quedado
acreditado a través de los partes de lesiones aportados a la causa y de
las manifestaciones de las propias amigas de la joven, que aseguraron
que llegaron a observar que ésta presentaba "marcas" y "lesiones
físicas". Por este motivo, la juez lo procesó por cuatro delitos de
maltrato del artículo 153.1.
Asimismo, la juez procesó a Rubén Castro por un delito de amenazas
leves del artículo 171.4 del Código Penal, pues relata que el jugador
del Betis mandó un mensaje de texto a su expareja con amenazas hacia
ella, algo que incluso reconoció el propio futbolista.
Archivo de la denuncia
Por el contrario, la juez archivó la denuncia por agresión sexual
interpuesta contra Rubén Castro al no estar acreditada y también la
denuncia por maltrato habitual, ya que los informes técnicos emitidos
por los equipos de apoyo de violencia de género han determinado que "no
se ha producido una situación de control o dominio" por parte del
delantero hacia su ex.
Fue en mayo de 2013 cuando esta joven denunció ante la Jefatura de
la Policía en Blas Infante que, sobre las 3.00 horas del día 27 de
mayo, una vez finalizado el partido entre el Betis y el Zaragoza, ambos
se encontraban en una conocida discoteca ubicada en la avenida de la
Palmera y comenzaron una discusión en el marco de la cual el futbolista
le habría propinado "varios puñetazos y bofetones".
Según su denuncia, en la que aportaba un parte de lesiones, ambos
salieron del local y el jugador del Betis la obligó a meterse en su
coche, llevándola hasta un hotel de Nervión donde supuestamente se
habría producido la agresión sexual, lo que motivó que Rubén Castro
fuera detenido por la Policía al finalizar un entrenamiento en la ciudad
deportiva, siendo trasladado al Juzgado de Violencia de Género.
Acusaciones negadas
En su primera declaración judicial, el futbolista negó las
acusaciones, tras lo que la juez lo dejó en libertad con cargos y le
impuso una orden de alejamiento de 300 metros respecto a la denunciante y
la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio.
Posteriormente, ya en agosto de 2013, la joven amplió su denuncia
inicial contra el futbolista y la juez le imputó, además de un delito de
agresión sexual, un delito de maltrato habitual --hay que recordar que,
inicialmente, le imputó un delito de agresión sexual y otro genérico de
maltrato--.
Tras esta ampliación de la denuncia, el delantero compareció
nuevamente ante la juez y negó todos y cada uno de los nuevos hechos
denunciados por su expareja.