Análisis de Crédito y Caución
¿Qué impacto tendría la salida de Grecia del euro?
martes 27 de enero de 2015, 13:32h
Desde que Tsipras ganara las elecciones
helenas el pasado domingo mucho se ha hablado y especulado sobre el
escenario de negociación que se abre ahora entre Europa y Grecia. Uno de
los posibles casos sobre el que más se ha especulado es la posible
salida de Grecia del euro. Pero, ¿es real esta posibilidad? ¿Qué impacto
tendría su salida de la moneda europea? Crédito y Caución lo analiza en
profundidad.
INQUIETUD EN GRECIA
Las últimas elecciones griegas han generado inquietud por una posible
salida del país heleno de la zona euro. Se espera que la nueva
Administración griega busque reducir la austeridad y renegociar la deuda
pública pendiente, ya sea prolongando su vencimiento o cancelando una
parte considerable de la misma. Cabe prever un periodo de duras
negociaciones pero, en opinión de Crédito y Caución, la probabilidad de
que este escenario conduzca a una salida de Grecia del euro es baja.
LA SALIDA DEL EURO NO ES UNA OPCIÓN
La salida de Grecia del euro no es una opción para nadie. El partido
vencedor en las elecciones griegas ha afirmado que abandonar la moneda
única no se encuentra entre sus planes y las encuestas muestran que los
votantes griegos tampoco lo desean. Por otro lado, los líderes de la
Eurozona también desean que Grecia permanezca en el euro ante el temor a
que su salida perjudique la estabilidad de la divisa y siente
precedentes para otros países. Por lo tanto, el abandono del euro por
parte de Grecia solo sería el resultado de múltiples errores durante las
negociaciones.
¿QUÉ IMPACTO TENDRÍA SOBRE ESPAÑA?
El impacto de una salida de Grecia del euro sobre España sería
limitado, pero es bastante incierto. En 2011 y 2012, muchos temían que
una salida de Grecia provocase también la de otros miembros, como España
y Portugal, pero en la actualidad el marco institucional de la Eurozona
es mucho más sólido. La creación de una unión bancaria parcial, un
fondo de emergencias permanente y unas mejores condiciones económicas en
España y Portugal han atenuado el miedo al contagio.
Aún así, la salida de Grecia tendría un efecto negativo en las
relaciones comerciales y financieras del resto de la eurozona. Las más
afectadas serían las empresas extranjeras que exportan a Grecia, ya que
sus precios podrían elevarse con la nueva divisa griega. Los activos o
los pasivos griegos de entidades financieras extranjeras perderían
valor, debido a la depreciación de la divisa.
¿QUÉ EFECTO TENDRÍA PARA GRECIA?
¿Cuál sería el efecto de la salida de Grecia sobre su propia
economía? En la actualidad, la economía griega está en una situación
mucho mejor que en 2010, cuando el país recibió el primer rescate, pero
la salida del euro tendría graves repercusiones internas.
La economía se ha contraído un 25% desde 2008, pero se ha
estabilizado en 2014 y se prevé que aumente un 1,9% en 2015. El Estado
también ha logrado equilibrar gastos e ingresos, excluyendo los pagos de
deuda. Sin embargo, los años de la crisis han dejado una tasa de
desempleo del 27% y los bancos todavía dependen de la ayuda del Banco
Central Europeo.
El efecto sobre Grecia sería hoy tan grave como lo hubiera sido hace
cuatro años. Ante una salida del euro, Grecia impondría controles de
capital sobre las disposiciones de efectivo en los cajeros y los pagos
en euros, lo que alteraría gravemente las transacciones empresariales
nacionales e internacionales. La congelación total podría prolongarse
durante días y los controles de capital internacional durarían muchos
meses.
Grecia introduciría una nueva divisa y todos los depósitos bancarios
serían redenominados. La nueva divisa se depreciaría rápidamente,
perdiendo quizás el 50% o más de su valor frente al euro, lo que
elevaría el valor real de la deuda y los activos en otras divisas.
Estos cambios a su vez tendrían importantes consecuencias en las
empresas, los hogares y la economía general. La economía nacional se
contraería significativamente, lo que derivaría en la pérdida de
ingresos para las empresas. Las empresas con una deuda sustancial en
divisas y activos o ingresos en la divisa local, se enfrentarían a un
importante deterioro de su solvencia.
El sector bancario podría colapsarse, ya que los bancos dependen en
gran medida de la financiación extranjera, lo que significa que no
podrían aportar fondos a las empresas ni a los hogares. El acceso a la
financiación extranjera también estaría restringido debido a los
controles de capital implementados, lo que podría derivar en problemas
de liquidez de las empresas. Incluso las empresas que tengan la
capacidad y estén dispuestas a pagar a acreedores internacionales,
podrían verse impedidas por los controles de capital y una posible
escasez de disponibilidad de divisas.
El efecto sobre la economía griega implica que todas las empresas se
verían influidas, pero algunas más que otras. Las afectadas más
negativamente serían las que importan una gran cantidad de sus productos
y los venden internamente. Como resultado de la devaluación esperada de
la nueva divisa, los costes de importación aumentarían
significativamente.
Las empresas vinculadas o pertenecientes a grupos multinacionales
parecen menos vulnerables. Lo mismo ocurre con las empresas griegas que
no dependen de la importación de mercancías para sus negocios, sino que
compran y venden sus productos y servicios en el mercado interno
exclusivamente. Algunas empresas también podrían beneficiarse a medio y
largo plazo de la depreciación de la divisa, aprovechándose de unos
precios de exportación más bajos.
Los sectores más expuestos a la crisis de liquidez o a una brusca
contracción de la actividad económica son la construcción, el comercio
(en especial electrónica y ropa, que son artículos importados), los
productos de lujo y el transporte.
A corto plazo, el turismo se vería afectado debido al alto grado de
incertidumbre en la economía, pero una divisa griega mucho más barata
podría estimular el aumento del turismo a medio y largo plazo. Los
sectores de los productos de alimentación básicos, la agricultura y la
energía son artículos de primera necesidad y, por tanto, deberían
demostrar una mayor resistencia y soportar mejor la contracción de la
demanda.