jueves 15 de enero de 2015, 09:56h
Parafraseando
al asesor de la campaña de Clinton recordándole la importancia de la economía,
yo me apunto así, en mi memorándum, el papel decisivo del desplome del precio
del petróleo en muchos futuribles.
Los
hechos. El descenso de la demanda en China y Europa y el exceso de producción
en países como EE.UU. Brasil y en especial Arabia Saudí han desplomado los
precios del barril por debajo de los 50 dólares. Ha llegado a los 45 dólares y la tendencia se
mantiene a largo plazo. Rusia, Venezuela o Irán, enfrentadas con Washington,
dependen del petróleo para mantener sus presupuestos. Los saudíes, que producen
el barril más barato del mundo a 20 dólares y mantienen una hostilidad
declarada con los iraníes están encantados de seguir el juego a los
estadounidenses, arruinando de paso a muchos productores emergentes incapaces
de rentabilizar sus explotaciones con precios tan bajos.
En el caso de Venezuela,
atisbando el vértigo de la bancarrota, con una inflación disparada y
desabastecimiento de productos básicos el petróleo representa el 96% de sus
ingresos. En el caso ruso las ventas de gas y petróleo suman el 75% de sus ingresos,
y para los iraníes es el 60%. Cuba, sostenida por el bolivarismo petrolero al
ver el panorama ha iniciado un acercamiento a Washington.
Otros afectados por la caída de
los precios son los nacionalistas escoceses. La relación entre los dos
fenómenos es evidente. En 1967 el "Scottish National Party" consigue, por
primera vez, un solo escaño en el parlamento de Westminster. Dos años después,
en 1969 tiene lugar el primer hallazgo de petróleo a 135 millas al este de
Aberdeen. En 1973, se produce el embargo de la OPEP y la primera crisis del
petróleo. Su precio se multiplica. En las elecciones de 1974 el eslogan del SNP
es "It's Scotland's oil"; y por primera vez consigue un 30 % de los votos y 11
escaños en Westminster.
Ahora, con el barril por debajo
de los 50 dólares se estima el agujero que eso deja en las fantasiosas
proyecciones de ingresos hechas por los nacionalistas escoceses durante el
referéndum secesionista en 18'6 mil millones de libras. La producción de
petróleo en las plataformas del Mar del Norte es de las más caras del mundo, perdiendo
dinero con el petróleo a precios tan bajos, y Fergus Ewing, el ministro escocés
de la energía, ha pedido al Reino Unido nuevas inversiones y créditos para
ayudar al sector. Ruth Davidson, líder conservador escocés, ha dicho que si ese
imprevisto agujero mil millonario recayera sólo sobre Escocia eso implicaría
recortes severos en cada escuela, cada hospital y cada servicio público. La
caída de los precios del petróleo puede hacer desaparecer más de 15.000 puestos
de trabajo en ese sector en Escocia.
En el caso de Canarias se están
completando las prospecciones en busca de hidrocarburos. Repsol dice que esos trabajos de
investigación no están condicionados por los precios del petróleo, ya que se prevé
terminarlos en unas semanas y que su explotación no empezaría, en cualquier
caso, hasta dentro de cinco o seis años. Pero es poco probable que sea rentable
en un marco de precios en torno a 50 dólares el barril. Y el príncipe saudí Alwaleed bin Talal ha afirmado:
"nunca más volverá el petróleo a los 100 dólares", sugiriendo que el
barril puede bajar hasta los 30, o incluso 20 dólares como apuestan los
mercados de futuros. Se desinflarían así las protestas del presidente canario,
Paulino Rivero, de la nacionalista Coalición Canaria, que ha utilizado las
prospecciones como arma política.
Para el conjunto de España la
caída libre del precio del barril tiene también muchas consecuencias, que van
más allá de un menor número de turistas rusos y un aumento de los alemanes. Si
con cada dólar que desciende el barril el venezolano Maduro ve como se esfuman
de sus cuentas 800 millones de dólares, para los españoles comprar esos
barriles a 50 dólares en vez de hacerlo a 110 significa gastar 72 millones de
dólares menos cada día. El ahorro total para las empresas y familias españolas
en la factura energética puede alcanzar entre los 10.000 y los 15.000 millones
de euros según estimaciones del Ministerio de Economía. Según BNP cada bajada de 10 dólares en
el coste del barril tiene un impacto positivo de 0,6 puntos en el Producto
Interior Bruto de España. Y más PIB significa más creación de empleo, y eso más
consumo, y por tanto más inflación que compense los riesgos de una bajada
deflacionista del petróleo ahora que sabemos que en diciembre los precios han
sido negativos. También más recaudación por el IVA del consumo puede suplir lo
que el Estado deje de ingresar por los impuestos especiales sobre carburantes.
El adelanto de las elecciones
puede ser aprovechado por los nacionalistas catalanes para no dar más tiempo a
la previsible mejora de la economía y el empleo, recogiendo así los frutos del
descontento al culpar a Madrid, y no a sus propias políticas, de los recortes
en los presupuestos. Del mismo modo esa mejora significa malas noticias para
quienes engordan el voto con el cuanto peor mejor, aunque sean buenas para la
economía española necesitada de una nueva burbuja.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (1)
33294 | kroker - 16/01/2015 @ 14:36:08 (GMT+1)
Sobre el petróleo en Canarias se han dicho muchas tonterías, no solo por los políticos, sino por los "opinadores" en general, y también la existencia de un estereotipo sobre las Islas, que en nada reflejan la realidad. Los canarios nos debatíamos entre la necesidad de buscar un sustituto a la construcción, que justo con el turismo eran los dos motores de la economía, la conservación del medio ambiente y las dudas de la compatibilidad del turismo con la extracción de petróleo. Marruecos ya lleva tiempo sondeando la zona y los resultados han sido desalentadores, por mucho que se nos haya querido vender desde opiniones interesadas, que ese país estaba a punto de descubrir un océano de petróleo en estas aguas. A mayor abundamiento, está la cuestión de seguridad, puesto que esas extracciones ponen en peligro el suministro de agua de Lanzarote y Fuerteventura, que en su totalidad es agua desalada. Un derrame dejaría esas islas en la indigencia, puesto que ni Repsol ni el Gobierno de la Nación estaban en condiciones de suministra agua en caso de accidente.
Si flotáramos en un mar de petróleo como Dubái, o Emiratos Árabes, pues casi que no habría discusión, con dinero a espuertas se resuelve todo, pero se sabía que no era el caso; los sondeos de Marruecos daban gas (escaso) y petróleo de muy mala calidad e ínfima cantidad, por tanto, el riesgo que se iba a correr con esta empresa no estaba justificado. A mayor abundamiento, el agravio comparativo con Valencia y Baleares, ha sentado muy, muy mal en las Islas, lo que ha dado pie a críticas bastante justificadas de trato colonial. En fin la pelea entre Soria y Rivero nos trae sin cuidado, a fin de cuentas han sido compañeros de cama mucho tiempo en el Gobierno.
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