El nuevo plan de Nissan para Ávila implica 50 trabajadores menos y la reducción de la masa salarial
El nuevo plan para la fábrica de Nissan en Ávila supone la
baja de 50 empleados, mediante indemnizaciones o traslados a Barcelona, en
lugar de externalizar a 80 trabajadores como se contempló en un principio, y
una rebaja de la masa salarial de la factoría.
jueves 18 de diciembre de 2014, 19:38h
Así lo ha expuesto este jueves el consejero-director general y
vicepresidente de las Operaciones Industriales de Nissan en España, Frank
Torres, quien se ha reunido con empleados y Comité de Empresa.
El plan deberá enviarse antes de finales de marzo para que sea
aprobado por la Dirección de la multinacional en Japón. El Plan Industrial
2014-2016 "aporta la visión a largo plazo de que esta fábrica puede
convertirse en la planta madre de fabricación de camiones ligeros para el
mercado europeo", y es "la mejor hoja de ruta para asegurar el futuro
de la planta de Ávila", ha asegurado.
El documento tiene por objetivo "maximizar el volumen de
la planta de Ávila", que para los próximos tres años -hasta 2016- tendrá
unos volúmenes de producción estables de 13.000 unidades anuales, por lo que
"una de las oportunidades inmediatas que surgen" es "poder optar
a la adjudicación de la versión Euro6 del Nissan NT400/Cabstar, que además
supone una inversión de 29 millones de euros".
"Si conseguimos incrementar la competitividad de la
planta tendremos opciones reales de optar a este vehículo que, además, es
indispensable para la planta de Ávila, ya que nos permitiría mantener las
13.000 unidades anuales y alargar la vida de este modelo hasta 2019", ha
señalado Torres.
En este sentido, ha señalado que "cuanto antes se llegue
a un acuerdo con los trabajadores", antes se podrá llevar a Japón y
presentar una candidatura "muy atractiva" para producir el Euro6 del
NT400/Cabstar.
"De no conseguirlo, la situación que se plantea en Ávila
es muy negativa, ya que este camión no lo podremos vender al mercado europeo
que es su principal destino", lo que significaría que "los volúmenes
de producción de la planta caerían por debajo de las 10.000 unidades
anuales", si bien es "un escenario en el que ahora no queremos pensar".
El nuevo convenio colectivo, por otra parte, "tiene que permitir reducir
los costes de la planta un 25 por ciento e incrementar la flexibilidad un 20
por ciento".