El efecto Arriola y Podemos
viernes 12 de diciembre de 2014, 08:02h
Les juro que mi intención era no escribir más, al menos
hasta enero de 2015, sobre los muchachos de Jodemos, perdón, de Podemos, porque
me tienen hasta la coronilla con sus chantajes mediáticos, sus imposiciones,
sus tics dictatoriales, su matar al mensajero y su cuento de la buena pipa que
tratan de venderle al incauto personal que se lo cree todo. Pero es que esta
semana me han contado una historia que no me resisto a transmitirles porque no
tiene desperdicio de increible que es. No crean que mi interlocutor era un
analfabeto, un jornalero del clan Gordillo, una telespectadora de Sálvame, una
fan de la Pantoja o un chaval perro-flauta de la Alameda, no. Era un
político en activo con poder ejecutivo en la Junta de Andalucía y considerado
como una de las cabezas mejor amuebladas del equipo de Susana Díaz. Su
tesis es: "Podemos es un invento de Arriola para desunir a la izquierda
española y poder, así, ganar las próximas elecciones generales". Les
cuento.
Imagino que la mayoría de ustedes, mis queridos lectores, sabrán quién es don Pedro
Arriola, el áulico asesor del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,
marido de la ex alcaldesa de Málaga, Celia Villalobos. Por si no lo
conocen mas que de oidas, les cuento que Arriola es un sociólogo
sevillano de 66 años de edad, sobrino del poeta onubense premio Nobel de
Literatura, Juan Ramón Jiménez, que cobró fama en la época de José
María Aznar como experto en sondeos de opinión y demoscopia y en diseñar
las estrategias del PP. Se dice que fue el inventor de la famosa frase
"Váyase, señor González" que popularizó el ex presidente del
Gobierno. Casi siempre a la sombra del poder como fontanero experto y una voz a
tener muy en cuenta a la hora de aplicar decisiones importantes, Arriola tuvo
que soportar numerosas críticas tras las últimas elecciones andaluzas en las
que todas las encuestas daban como ganador por mayoría absoluta a Javier
Arenas y parece ser que éste siguió en la campaña que le enfrentó a Pepe
Griñán las directrices del asesor de la Moncloa, partidario de no encarar
los problemas y del "laisser faire, laisser passer" que Rajoy ha
desarrollado hasta la saciedad durante su mandato. El fracaso del PP en
Andalucía al ganar las elecciones por mayoría simple y ser desbancado del
Gobierno de la Junta por el pacto PSOE-IULV-CA, acrecentó las críticas contra
Arriola al que acusaron, incluso dentro de su propio partido, de haber
desaprovechado por pura inacción la ocasión histórica de que los populares
pudieran gobernar en Andalucía.
Tras un tiempo en la sombra, la figura de Arriola vuelve ahora a reaparecer
como padrino de Jodemos, perdón, de Podemos. Sí, lo han leído bien. La tesis
circula por los mentideros políticos andaluces, sobre todo en círculos cercanos
al PSOE y a la superpresidenta Susana Díaz. Son varios los consejeros de
su Ejecutivo que dicen estar más que convencidos de que Jodemos, perdón,
Podemos, es un invento de Pedro Arriola para dividir las fuerzas de la
izquierda y debilitar al PSOE y a Izquierda Unida. Cuando le preguntas ¿eso no
lo estarás diciendo en serio? ponen cara de poker y te dicen que analices quién
es el gran beneficiado de la aparición estelar de Jodemos, perdón, de Podemos y
qué cadena de televisión es la que le está dando cobertura un día sí y otro
también a Pablo Iglesias y a sus camaradas sino la Sexta, una tele en
manos de José Manuel Lara que, a la vez, tiene a Antena 3 a disposición
del Gobierno de Mariano Rajoy. Blanco y en botella, te dicen muy serios.
Y te vas convencido de que se lo creen, que no es una hipótesis de un
descerebrado sino algo que han discutido hasta la saciedad en las reuniones de
la Ejecutiva del PSOE andaluz y en los Consejos de Gobierno del Palacio de San
Telmo.
Uno está acostumbrado a escuchar sandeces de todo tipo bastante habituales
entre la clase política para explicar cualquier situación más o menos anómala,
pero todo tiene un límite y la paranoia que están alcanzando algunos dirigentes
socialistas al ver como las encuestas no levantan cabeza por más chorradas que
haga su líder Pedro Zapatero Sánchez. Si eso fuese verdad. Arriola
dejaría a Maquiavelo a la altura de una zapatilla y ya les digo yo que Arriola
se equivoca más que una escopeta de caña y que no es capaz de urdir un
entramado de este nivel por muchas vueltas que le haya dado. Otra cosa muy
distinta es que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, los asesores
de Rajoy quieran aprovechar el bocado que Jodemos, perdón, Podemos, le está
dando en la cervical a los grandes partidos de la izquierda española y que, a
medio o largo plazo, puede beneficiarle al PP ya sea por miedo o por puro
realismo. Está por ver.