Las tertulias critican la prepotencia del gigante entre suspiros de resignación
viernes 12 de diciembre de 2014, 00:02h
El análisis de la noche abordó el cierre de Google News en
España dando carpetazo rápido al otro gran eje del día, la Ley de Seguridad
Ciudadana que el PP ha sacado adelante en la más absoluta soledad de su mayoría
absoluta. Que el principal agregador de noticias del mundo nos expulse de su
servidor no ha dejado indiferente ni a los medios de comunicación ni a los
periodistas ni a los usuarios. Lo que quedó claro es que no es una historia de
buenos y malos, con una crítica generalizada a la multinacional por su forma de
actuar aprovechando que controla más del 90 por ciento del mercado.
Carlos Sánchez, en la Cope, dejó claro que guste o no, "Google
tiene la sartén por el mango" y Fernando Rayón reclamó una respuesta europea
ante una multinacional "que se ha puesto chula". El periodista de El
Confidencial explicó que prácitcamente dos terceras partes del tráfico que
reciben los periódicos digitales procede de los agregadores de noticias o, lo
que es casi lo mismo, de Google.
En RNE, director general de AEDE,
intervino en directo para insinuar una especie de chantaje por parte de Google
al preguntarse el por qué de la fecha elegida para el cierre del sitio de
noticias de Google, "quince días antes de la entrada en vigor" de la Ley de
Propiedad Intelectual que contempla el polémico canon.
De forma casi unánime, prácticamente todos los comentarios incluyeron
la necesidad de regular el sector, hubo quien como Esther Jaén consideran "justo"
que se establezca un canón -"o canoncillo", bromeó- y quien recordó que en
Alemania, tras una polémica de iguales características, nada menos que Axel
Springer, el primer editor del país, acabó por pedir su reingreso en el
servicio de noticias de Google del que se había marchado.
Manuel Cerdán, en RTVE, aportó otra visión del problema: a
Google no le interesa comercialmente el mercado de agregadores y renuncia a
pelear: "cierra y punto". En su opinión ése es el motivo por el que la
multinacional no se ha molestado en negociar durante la tramitación de la ley.
Antonio Casado puso el cierre optimista, convencido de
que al final "va a haber arreglo" porque hay mucho en juego, incluidas las
repercusiones para la propia imagen internacional de España.