Carlota de Mónaco: de crisis con su pareja, nada

Algunos personajes de la vida social parece que estén condenados a demostrarse amor  públicamente a todas horas si no quieren que la prensa los separe. Le pasa a Carlota de Mónaco y su pareja Gad, padre de su hijo. Menos mal que les ha dado por hacerse carantoñas en público y dedicarse tiernas miradas de esas que derriten. Sólo así han podido acallar los intensos rumores que los separaban.

Carlota vive sin duda una de las etapas más felices de su vida. Enamorada, con un bebé en casa, guapa, joven, rica y ociosa. ¿Se puede pedir más en esta vida? No parece que ella lo pida y sí parece que sabe de sus privilegios. Lo cierto es que, al contrario que su madre, no ha protagonizado ningún escándalo en su vida salvo el de haberse quedado emparejada sin pasar por la vicaría algo que no parece que le importe demasiado. Además, sería un serio problema ya que ella es católica y él de origen musulmán y la hija de una princesa de Mónaco, todo parece indicar, debería casarse por la iglesia. Pero sólo debería, si no miren a la tía Estefanía que poco le faltó para casarse en un circo.

Los Mónaco van por libre. Y eso no les resta ni un solo ápice de glamour. Algo tendrá el agua cuando la bendicen.