lunes 01 de diciembre de 2014, 10:27h
En
1561 Felipe II decidió trasladar la corte desde Valladolid a un pueblo
manchego de no más de 15.000 habitantes. Aquel Madrid lleno de aguavás y escasa
belleza urbana hubo de acoger al rey del imperio más poderoso del orbe y a su
extensa corte con todos sus haberes y sirvientes.
Para
dar acomodo a hidalgos, funcionarios de rango medio o alto y aristocracia
ambulante, se convirtió la Regalía de Aposento en Carga de Aposento. La
Regalía, mientras la corte fue itinerante, suponía un peso llevadero para las
poblaciones porque apenas duraba un breve periodo de tiempo. Al hacerse estable
la corte en Madrid, el mandato resultó costoso y, por más que la capitalidad
supusiera grandes ventajas, obvio es que a los madrileños poco gustó la
imposición.
Pagánt
sant Pere canta dice el refranero catalán y satisfaciendo entre un tercio y la
mitad del coste de la manutención y alquiler, los madrileños podían librarse de
la Carga. Otros, por algo será que en Castilla se inventó la Picaresca,
comenzaron a construir casas a la malicia, es decir, casas que por fuera
parecían mucho más pequeñas de lo que eran en realidad por dentro (En la
C/Cervantes 11, detrás del Palace, puede visitarse una de estas construcciones
que, además, fue casa de Lope y hoy acoge una reconstrucción de cómo
debió ser la vivienda y de su hermoso güerto, tan citado en sus
comedias), consiguiendo de esta manera burlar la Regalía.
Cuarenta
años después y bajo el mismo reinado, uno de los mayores sinvergüenzas de la
historia, Francisco de Sandoval y Rojas, primer duque de Lerma, trasladó
la capitalidad a Valladolid donde previamente había estado comprando cuanto
terreno y propiedad se le pusieron a tiro para, una vez convencido el rey del
traslado, revender sus terrenos a los aristócratas realizando uno de los
mayores pelotazos de la historia inmobiliaria de España. Y como no hay mal que
siglos dure, el mismo desfachatado compró medio Madrid a precios de saldo un
par de años después en que, ya sin corte, apenas si valía lo que cualquier
poblacho manchego y, cuando en 1605 la corte regresó la operación se repitió.
Por supuesto, el de Sandoval no se conformó con el doble pelotazo: también
cobró a los burgueses y comerciantes madrileños una comisión por devolver la
capitalidad a la villa y un impuesto revolucionario, una vez establecida, por
las ventas que realizaran.
Ahora
tenemos en la presidencia del gobierno a un hombre muy poco capaz en casi todos
los aspectos de la política y, oído el discurso de Sánchez el jueves en
el Parlamento, poca alternativa parece que vaya a haber enfrente. Ambos tienen
la corrupción en casa y ambos están silbando como si no fuera con ellos.
Ante
la corrupción sistémica y la ruptura soberanista este hombre nada estadista y
bastante ciego para la visión a medio o largo plazo, debería recurrir a la
Política, es decir, a tomar decisiones acaso menos grandilocuentes, menos
marketinianas, menos aspaventosas y mucho, mucho, mucho más potentes en su
alcance. En cambio, recurre a la politiquería maliciosa en la que todo parece
ser pero, simplemente, no es. O es otra cosa. ¿Cuánto peor mejor?
Ir
a Barcelona a un encuentro con partidarios sin sentarse con Artur Mas,
Albert Rivera o Miquel Iceta aunque solamente fuera por trasladar
una imagen de liderazgo y preocupación, demuestra su torpeza y la escasísima
visión de quienes le asesoran. Proclamar "su" victoria desde Moncloa sobre el 9
N resultó, además, delirante.
Análogamente,
las medidas anticorrupción, desfasadas y poco realistas, obsoletas ya antes de
nacer, que presentó el jueves, son maquillaje y cobardía: ni siquiera el dinero
propuesto -que no puesto- alcanza para agilizar los actuales plazos de la
justicia, mucho menos para acortarlos.
Un
senador me cuanta que Arriola -que es el verdadero mandamás del PP
y de Moncloa- busca que Podemos divida la izquierda para que el PP, con no más
de un 30% de los votos, forme gobierno y él siga triscando. Apesta.
Es
politiquería, política de enanos que prefieren sacrificar España y nuestros intereses
mientras puedan mantener ese escaño móvil que desparece del hemiciclo tan
pronto como sus ocupantes, corruptos por acción, por omisión o en compañía
lucrativa de otros, deben habérselas con el juez Ruz. Es politiquería
maliciosa, no Política de verdad. Qué pena.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (2)
32197 | pascuamejia - 01/12/2014 @ 19:38:51 (GMT+1)
Lo peoe es que sea frikirriola el que mas cisca del Pp a base de soltar majaderias sustentadas sobre encuestas y eatadistica. Su ventaja es que para la mayoria del gobierno, especialmente Urkel como le llama corbmari, eso de las mates y la estadistica es como brujeria. Al final, como sigan zurrando la badana, Podemos e IU acabaran gobernando con el apoyo puntual de PSOE, UPyD y Cs. Va a ser una locuslatura mu entretenida. Abrazos
32192 | kroker - 01/12/2014 @ 13:46:25 (GMT+1)
Decía un freki, que todos los frikis aterrizan en Madrid, una pena que nadie le pusiera un espejo delante, pero bueno, mejor así. Si se piensa en dividir a la izquierda para que el PP gobierne con un escaso 30% de los votos van listos, pues ese porcentaje resultará casi imposible de lograr para los peperos tal y como van las cosas. Ya sabemos que ley electoral da para muchas trapisondadas, pero no estaría mal reeditar un Frente Popular; de un lado el PSOE y de otro IU+Podemos, veremos que hacen los "blues" después. Les encanta fumar encima de un barril de pólvora. Si están pensando en un pacto a la alemana PP-PSOE, es que entonces este último habrá firmado su sentencia de muerte, la peña no está para estos juegos florales.
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