Romero solicita 150.000 euros al consejero de Sanidad por atentar a su honor y una reclamación por el sacrificio de Excalibur
> Destinará el dinero a varias ONGs
lunes 10 de noviembre de 2014, 10:29h
Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que logró superar el virus del
ébola, ha solicitado una indemnización de 150.000 euros al consejero
madrileño de Sanidad, Javier Rodríguez, por atentar "gravemente" a su
honor por las acusaciones "falsas" que éste realizó en relación a su
contagio del virus al manifestar que pudo haber mentido con sus
síntomas.
Así consta en la demanda civil que los abogados de la sanitaria,
defensa que dirige el despacho Garzón Abogados, interpondrán a los
Juzgados de Primera Instancia de Alcorcón. Este lunes se ha presentado
el acto de conciliación, paso previo para la interposición de una
demanda.
En el acto de conciliación, los abogados tratarán que Rodríguez
acepte esa indemnización, una cuantía que irá destinada a varias ONG,
sobre todo a protectoras de animales, según ha comentado
José María Garzón.
Si no se llega a un acuerdo, se interpondrá la demanda civil, cuyo
principal objetivo es que "se limpie la imagen de Teresa". En el
trámite de conciliación previa, no es necesario que se presente
personalmente el consejero madrileño de Sanidad, pero sí un
representante con poderes notariales.
En el escrito judicial, se
especifica que se trata de "una demanda de juicio ordinario relativa a
la protección del derecho al honor y a la intimidad" de Teresa Romero,
quien estuvo casi un mes en una habitación de aislamiento del Hospital
Carlos III de Madrid.
ALEGACIONES "FALSAS"
En el relato de los hechos, se narra que el consejero madrileño ha
realizado una serie de alegaciones en diferentes medios que, a su
juicio de esta defensa, "atentan gravemente contra el derecho al honor e
intimidad" de la auxiliar de enfermería.
Citan por ejemplo que el pasado 8 de octubre, Rodríguez afirmó que
la enfermera con ébola "ocultó" al médico de atención primaria que
había estado en contacto con el misionero Manuel García Viejo. Además,
dijo que "pudo haber estado mintiendo" sobre su fiebre.
En su comparecencia en la Comisión de Sanidad de la Asamblea, el
consejero manifestó que "también había negado ninguna alteración en el
protocolo, hasta que hoy ha reconocido a su médico que probablemente
cometió un error, porque al desvestirse tuvo un contacto directamente
con su cuerpo con un guante".
Agrega que el demandado atentó entonces gravemente el honor de
Teresa afirmando manifestaciones tales como "quizá porque sospechaba que
estaba infectada, durante toda la semana prácticamente no salió de su
casa" o "porque después de ir al médico se fue a la peluquería y la
estuvieron depilando" o "está paciente nunca superó esta cifra, también
es verdad que a raíz de los resultados nos pudo estar mintiendo, pero
eso lo pongo yo de mi cosecha".
También menciona que en un programa de televisión, el dirigente
popular señaló el 9 de octubre que "reconocer el fallo a tiempo hubiera
hecho que los protocolos de actuación se hubieran activado antes". "Ha
tardado días en reconocer que pudo tener un fallo al quitarse el traje.
Si lo hubiera dicho antes, habríamos ahorrado mucho trabajo", dijo.
Por todo ello, esta defensa sostiene que "las declaraciones
vertidas por Francisco Javier Rodríguez son rotundamente falsas y
atentan claramente contra los derechos constitucionales del honor e
intimidad" de su representada.
UN DAÑO A LA AUXILIAR
De este modo, manifiesta que "es necesario recalcar" que a tenor
de estas manifestaciones se atentó contra el honor de Romero, lo que le
produjo un daño.
"Resulta palmario el manifiesto daño moral que se ha originado al
haberse producido las difamaciones y de graves consecuencias que
acarrean los hechos que a ella se le imputan, pues se está hablando de
hechos gravísimos para su persona, tema de gran candencia informativa y
de enorme repercusión por tanto para su persona", agrega la demanda.
Así, señala que probada la intromisión ilegítima en el derecho a
su honor se tendrá que señalar la indemnización que estiman en 150.000
euros, una cantidad que se habría generado "con las noticias que se
emiten de su persona, además del daño ocasionado" por las declaraciones
vertidas.
En los fundamentos de derecho se alega que la competente es la
jurisdicción civil, conforme a lo dispuesto en el artículo 21.1 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, así como artículo 9 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil.
Por todo ello, se solicita que como consecuencia de la intromisión
al honor se reclame a la parte demandada 150.000 euros, así como a que
ponga fin a esa intromisión, absteniéndose en el futuro de realizar
"cualquier intromisión ilegítima en el derecho al honor, intimidad
personal y familiar".
También este lunes se ha presentado un escrito de personación en la causa
que investiga el Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid para que
Teresa Romero forme parte de la misma como acusación particular por el
presunto incumplimiento de los protocolos. Las diligencias se incoaron a
raíz de una denuncia de un grupo de médicos del Hospital de la Paz.
EL SACRIFICIO DE EXCALIBUR
Teresa Romero y Javier Limón han presentado también ante la Consejería de Sanidad, a través de sus abogados, una
solicitud de iniciación de procedimiento de responsabilidad patrimonial
por el sacrificio de Excalibur, el perro del matrimonio que murió el
pasado 8 de octubre.
En la solicitud se reclama que
haya un pronunciamiento sobre si la muerte de la mascota era necesaria y
si no lo era, que se reconozca el daño moral que se habría producido a
la pareja, que consideraban a Excalibur como un hijo adoptivo.
En los antecedentes de hechos, se relata la cronología de lo
sucedido desde que Teresa Romero ingresa en el Hospital Carlos III y se
confirma que se trata del primer caso de contagio de ébola fuera de
África, el pasado 6 de octubre, hasta que se procede al sacrificio del
can.
Se relata que el 7 de octubre se pregunta a Javier Limón si
autoriza la entrada a la vivienda, algo a lo que éste "se opone de
manera rotunda" y trata de evitar, colgando incluso un vídeo en Youtube
en el que realiza una petición para evitar que se produzca el sacrifico
del perro.
Tras recordar el escrito el masivo apoyo que hubo hacia la
petición del esposo de Teresa, respalda que vino de la ciudadanía y de
varias protectoras de animales. La solicitud recoge que el Juzgado de lo
Contencioso-Administrativo número 2 de Madrid procedió a disponer a la
eutanasia del animal mediante las medidas adecuadas para evitar su
sufrimiento.
"
Dicha decisión fue adoptada de manera precipitada, sin las
precauciones adecuadas, toda vez, que no se procedió a hacerle las
pruebas necesarias para determinar si el perro estaba contagiado, por lo
que se decidió matar" al perro del matrimonio.
Así, se cita que, entre otros, Eric Leroy, experto mundial en el
papel de los perros en los brotes de ébola, le dio la razón al asegurar
que no había que matar a la mascota, porque era "importante desde un
punto de vista científico".
T
ambién recuerda el caso de otra enfermera contagiada en Dallas, a
cuyo animal se le trasladó una jaula especial para proceder a su
investigación. El alcalde de Dallas explicó entonces que "los protocolos
establecidos preveían no sacrificar al perro mientras no mostrara
síntomas de ébola.