jueves 06 de noviembre de 2014, 09:40h
Hace falta al igual que en parada cardíaca una descarga en
busca de la reacción.
Lo afirma quién durante los seis últimos años ha sido el
Presidente de la Comisión Deontológica de los Psicólogos de Madrid y cuya Tesis
Doctoral versó sobre "Dilemas éticos de los psicólogos".
Aquellos violadores en serie, pederastas multireincidentes,
psicópatas que no muestran arrepentimiento, ni culpabilidad, que no sufren con
las víctimas a las que tanto daño han causado, que te hacen saber que es posible
que reincidan y que expresan que ya han pagado por la condena judicial, tienen
que saber que en la vida hay dilemas éticos y hay que enfrentarlos a ellos.
¿Dañar a las demás víctimas inocentes o dañarse a sí mismos? Es esencial que
sientan, que se sepan concernidos, que no se desresponsabilicen, que afronten
su libertad, que musculen su voluntad.
Como todo clínico, buscamos la rehabilitación y la no
reincidencia, eso exige ocasionalmente un "shock", un enfrentarle contra su
espejo, para que sepa que lo que hizo no puede repararse, que si alcanza a
tener conciencia moral padecerá por no poder resarcir el daño.
Soy contrario radicalmente a la pena de muerte, estimo que
el suicidio es un fracaso, una pérdida que debemos evitar.
Nunca induciré al suicidio, pero sí enfrentaré al ser humano
con su libertad, seguiré trabajando con los agresores, pero sin olvidar a sus
víctimas, también a las que todavía no lo han sido.
Acabemos con el buenismo, con una intervención aséptica,
enfrentemos al multireincidente con la verdad. Precisamos terapias en las
cárceles, reconocimiento de lo hecho aunque de esta forma se enteren su esposa
e hijos, terapia revulsiva, dolorosa emocionalmente que convulsione las
entrañas del insensible para que un día pueda reintegrarse a la sociedad y
pedir perdón, un perdón profundo, crónico.
Asumo críticas, pero demando respuestas. Tenemos leyes pero
en gran medida y en algunos casos adolecemos de moral, de ética, de
responsabilización ante lo hecho.
Y no se dude, las conductas son precedidas de pensamientos.
Primer Defensor del Menor
Javier Urra fue el primer Defensor del Menor. Es doctor en Psicología y en Ciencias de la Salud. Es Académico de Número de la Academia de Psicología de España y Director clínico de Recurra Ginso. Además, es experto Psicólogo Forense y trabajó para el Tribunal Superior de Justicia de Madrid
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