Se acabó. Como se esperaba, la Reserva Federal
puso ayer fin a su programa mensual de compras de bonos. Quizá lo que no
estaba tan descontado es que, a pesar de que algunos indicadores recientes
daban señales de desaceleración en la economía estadounidense y en la economía
global, la Fed muestre confianza en que la recuperación económica del país
seguirá en marcha. "El comité continúa viendo suficiente fortaleza
subyacente en la economía para respaldar el vigente avance hacia el máximo
empleo en un contexto de estabilidad de precios", señala en su comunicado.
Frente a los obstáculos que ofrecen la reciente volatilidad en los mercados
financieros, el menor
crecimiento en Europa y el débil panorama inflacionario, destaca el contrapeso
que ofrece el fortalecimiento del mercado laboral para avanzar hacia sus
objetivos de desempleo e inflación. Aunque reconoce que los menores precios de
la energía mantienen la inflación baja, también señala que las condiciones
económicas deberían de permitir que la inflación avanzase hacia el objetivo del
2%. Básicamente, el texto del comunicado difiere poco de los anteriores más
recientes al decir que los tipos de interés seguirán bajos por un periodo
"considerable de tiempo" tras el fin de su programa de
compra de bonos. Como novedad, el respaldo al texto del comunicado de los
presidentes de la Fed de Filadelfia y de Dallas, que en la reunión anterior
mostraron su disconformidad.